PUNTERO FANTASMA

Ñublense demoníaco

A fines de los años 40, coronados por undécima ocasión como campeones de la liga local, los rojos ya se habían establecido como el cuadro más popular de la ciudad

Ñublense 1972
Archivo

Al igual que San Luis, Ñublense fue fundado en un colegio: para ser precisos, en el Liceo de Hombres de Chillán. Su gestor fue el profesor Manuel Lara, quien en 1916 reunió a un grupo de amigos para crear un club que bautizaría como Liceo F.C.

Campeonato de Segunda División 1972

Estadio Municipal de Chillán

Pronto el “Liceo” contaba con numerosas ramas deportivas y su equipo de fútbol era el más poderoso de la liga chillaneja. A fines de los años 30 la institución cambió su nombre a Liceo-Ñublense para identificarse mejor con la provincia del Ñuble; en 1942 adoptaría definitivamente su nombre actual.

A fines de los años 40, coronados por undécima ocasión como campeones de la liga local, los rojos ya se habían establecido como el cuadro más popular de la ciudad: por suerte, a nadie se le ocurrió fusionarlo a la fuerza con clubes más chicos para que fuera “más representativo” (como sería norma a lo largo de todo Chile en las siguientes tres décadas). Por eso, claro, hoy mantiene su apelativo original.

En 1957 Ñublense entró al competitivo torneo regional penquista; dos años después fue aceptado en la Segunda División profesional. Hasta 1961 hizo de local en el Colegio Seminario, que contaba con la única cancha de pasto de la ciudad. Durante esos años el cuadro de las longanizas fue perpetuo huésped de la mitad de la tabla, pero siempre se las arregló para llevar multitudes al estadio.

Rescatada de un set de diapositivas con que la revista Estadio ilustraba sus contraportadas a color, en la imagen de arriba se ve al plantel de 1972. Como se ve, los «diablos rojos» se habían tomado tan a pecho su apodo que decidieron estampar nada menos que un espantoso demonio en su camiseta. Más curiosa resulta aún la foto de abajo, con el plantel flanqueado por un extraño sujeto disfrazado. Equipado con corneta y matraca, esta especie de mapuche-tirolés aparece dentro de la cancha en muchas fotos de la época: era la mascota oficial.

Ñublense 1972-2

En ese torneo Ñublense acabó tercero, detrás de Palestino y el Ferroviarios de Leonel. Chillán fue, para variar, la mejor plaza de provincia y superó en convocatoria a muchas de Primera. Su ansiado primer ascenso se concretaría recién en 1976: ahí por fin vendría la gloria de codearse con los grandes, asistencias aún mayores e incluso nuevas mascotas. Eso lo revisaremos más adelante.

Fotos: Archivo revista Estadio, Juan Silva.


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