Parece que el mercado se nos fue de las manos.
Esta mañana, el ministro Jaime Mañalich habló del proyecto de ley nacional de fármacos que busca regular, entre otras cosas, las diferencias entre medicamentos genéricos y bioequivalentes. El mercado farmacéutico está tan fuera de control que «las farmacias se las ingenian», dijo el ministro de Salud, «para obtener la máxima utilidad de las ventas que hacen. Si usted va a una farmacia puede pedir un medicamento bioequivalente, pero el dependiente puede decir que no lo tienen y persuadir al cliente para que se lleve uno más caro que genera mucha utilidad para la farmacia», explicó el ministro. Y, suma al balance de utilidades, que sólo tres cadenas de farmacias controlan el mercado de los remedios en Chile.
Ah, y añade a esto otro dato: que las Isapres informaron hoy que sus utilidades fueron cercanas a los 30 mil millones de pesos sólo en el 1er semestre, pese a caer en un 12 por ciento respecto del mismo periodo de 2011. Vaya negocio saludable.
Y, por último, el ministro de Educación, Harald Beyer, reconoció en España que las intituciones educativas chilenas tienen un «mal sistema regulatorio» y que es necesario reformar el sistema de financiación existente, el que calificó de «inadecuado» y «caro.
Cosas del lucro, cosas del mercado que se nos arrancó de las manos en dos temas que son de primera responsabilidad del Estado: Salud y Educación. Un tema preocupante donde, tú bien lo sabes, Palabras sacan Palabras…