Es como si estuviéramos bien lo material y mal en lo espiritual… En lo material, las cifras de la macroeconomía parecen ser alentadoras. Esta mañana, los ministros de Economía y de Hacienda celebraron el crecimiento de 5.5% que registró el Producto Interno Bruto, el PIB, en el segundo trimestre de 2012 en comparación a igual período del año anterior.
Las cifras entregadas por el Banco Central, dijo el ministro Felipe Larraín, revelan una economía donde hay confianza, «porque está aumentando no sólo por el consumo, sino por la inversión». Y concluyó el ministro de Hacienda que los chilenos están consumiendo porque hay también un buen mercado laboral.
Pero algo falla en lo espiritual… Las demandas estudiantiles y el divorcio de la ciudadanía con la clase política demuestran otro país ajeno a las cifras sonrientes de la economía.
Nuestras brechas de desigualdad nos hacen tener la peor distribución de la OCDE, donde el 20% más rico se lleva el 55% de los ingresos del país, mientras el 20%más pobre sólo se queda con el 4%…
Y continuamos con el debate sobre la certeza de la Casen. ¿Estamos midiendo como corresponde la pobreza? O la estamos manipulando hace décadas para esconder la realidad bajo la alfombra. Esto, para seguir riendo con las cifras de la economía aunque por dentro, como sociedad, nos estemos cayendo a pedazos… Es un debate que está latente, un tema donde, tú bien lo sabes, Palabras sacan Palabras…