La encuesta CEP nos viene entregando una radiografía preocupante… y está más allá de la política contingente y de los candidatos que se perfilan o no como líderes presidenciales… La encuesta CEP nos grita hace tiempo que los chilenos, en su gran mayoría, dejaron de creer en sus instituciones democráticas. Se mantienen las FFAA y suben las de Orden, pero aquellas que deben manejar desde el sistema representativo los destinos del país, están alejadas de la ciudadanía, cuestionadas en su legitimidad… Y esta ecuación, es la que nos debe motivar a la reflexión.
Queremos, sin duda, FFAA y de Orden queridas y respetadas por todos. Pero no queremos que eso vaya de la mano del desprecio hacia los tribunales de justicia, el Ministerio Público, el Gobierno o el Parlamento. Esta es la crisis institucional que algunos ya se han atrevido a diagnosticar y que traspasa coaliciones e ideologías cuando, dice la propia CEP, el 60 % de los chilenos no se identifica con ninguna corriente política.
Nada bueno se puede esperar del deterioro de la confianza en las instituciones. Nada bueno le ocurre a los países que dejan de sentirse representados por sus políticos, por su gobierno o por su parlamento. Chile sabe perfectamente qué puede ocurrir cuando llegamos a este límite, quiénes son los que ganan cuando la democracia se siente sólo como un ejercicio de unos pocos. La CEP nos viene diciendo que es tiempo de afrontar una realidad, de cambiar un sistema representativo que es peligroso antes de que los fantasmas de antes -esos que duermen en las democracias- despierten del letargo y arrasen con todo.