Al final, esta noticia terminó de manera positiva.
Y son las disculpas públicas que ofreció el comandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, debido al instructivo clasista, homofóbico y, en general, abiertamente discriminatorio que recomendaba a no admitir en el Servicio Militar a homosexuales, Testigos de Jehová o jóvenes con problemas socioeconómicos.
El escrito fue firmado por el general de la I División de Ejército, Cristián Chateau Magalhaes y su conocimiento público provocó inmediata reacción en la ciudadanía y en el Gobierno.
Es por esto que salió al paso el comandante en jefe, Juan Miguel Fuente-Alba, ofreciendo, dijo, «mis más sinceras disculpas a cualquier persona que se hubiere sentido afectada en su conciencia por expresiones tan desafortunadas como las que se han colocado en el documento interno del Ejército».
Nos quedamos tranquilos de que estamos construyendo un país donde estas cosas, atávicas y comunes hasta hace muy poco, hoy constituyen vergüenza y escándalo. En el fondo, todo lo que causó es una señal de avance.
La sensación de saber que vivimos en un país que lucha por ser tolerante aunque eso cueste… sobre todo en estos temas donde, tú bien lo sabes, Palabras sacan Palabras.