Hagamos el siguiente ejercicio de ficción…
Te pregunto: ¿qué hubiese pasado si el director de la CIA hubiera sido chileno? ¿O, más bien, si un caso como el de infidelidad que liquidó al general David Petraeus hubiera ocurrido en Chile? ¿Se habría destapado por la prensa por sus implicaciones morales o estratégicas? ¿Hubiera renunciado a su alto cargo el implicado? ¿O todo seguiría igual en un silencio cómplice de la sociedad y de los mismos que hablan de moral, de costumbres y del poder de la familia?
Las interrogantes las puso en el tapete en analista político Patricio Navia, a raíz, del nacimiento fuera del matrimonio del hijo del ministro de Transportes, Pedro Pablo Errázuriz. Navia señala en su cuenta que, teniendo en cuenta lo que pasó con Petraeus en Estados Unidos, Errázuriz no hubiera durado un día en su cargo. Y criticó la moralidad del gobierno, ya que, escribió «informaba el número de hijos de Errázuriz en sitio web de presidencia hasta que nació hijo de affaire. ¡Doble estandard!»
Y añadió Navia en otro twit: «Prensa debió informar sobre nuevo hijo de ministro. Si hubiera sido hijo dentro del matrimonio, hubieran informado. Todos los hijos son iguales!» El debate en las redes sociales fue inmediato, desde los que tildaron esto como un cahuineo, hasta los que reflexionaron sobre la desigualdad que tienen ciertos chilenos frente a la sociedad y ante los medios. Todos temas donde, tú bien lo sabes, Palabras sacan Palabras…