Tal como en los viejos tiempos, cuando les pasaban multas en los hoteles por seguir la fiesta hasta la mañana siguiente, los Rolling Stones ahora deberán pagar una fianza de 200 mil libras esterlinas, unos 154 millones de pesos, a la municipalidad de Londres por alargar su último concierto, realizado el pasado domingo 25 de noviembre, en el O2 Arena.
Y todo por sólo 30 minutos.
Los Stones tenían que cerrar su show a las 22 con 30, pero se pasaron y terminaron 23:00 horas.
«Es una multa enorme, pero el grupo hizo lo que tenía que hacer. Por suerte no había ningún conserje parado allí, revoleando las llaves y diciendo: Es hora de irse a casa», dijo el agente del grupo, Bernard Doherty.
Los Stones tocan nuevamente este jueves en el O2 de Londres, esperemos que esta vez la fiesta termine a la hora señalada.