La muerte representa siempre una buena excusa para recordar a quienes nos dejaron antes de tiempo. Pero ese recuerdo cobra mayor validez cuando despedimos a dos genios de la música contemporánea. Hablamos de dos talentos únicos del rock más clásico, dos personalidades controvertidas: John Winston Lennon y Frank Vincent Zappa. El primero, pacifista en ideología y discurso. Y el segundo; un anarquista del arte.
Cuando se acaban de cumplir 19 años de la muerte de Zappa y 32 de Lennon, vale la pena darse el tiempo para recordar el encuentro de ambos músicos. Fue el 5 de junio de 1971. La historia, que durante años ha variado en sus versiones, señala que un periodista amigo de Lennon y Yoko Ono, Howard Smith, les cuenta que planeaba entrevistar a Frank Zappa.
El ex Beatle no escondió sus deseos de tener un encuentro con el colega de los Mothers of Invention. Reconocía en él una propuesta distinta, irreverente, contestataria y honesta. “Es increíble como tiene a su banda tan unida como a una orquesta. Me impresiona el tipo de disciplina que puede incorporar al rock. Es algo que nadie más ha conseguido”, decía John Lennon sobre Frank Zappa.
Pero el asunto no era tan sencillo. Antes de acudir al 1 de la Quinta Avenida de Nueva York, Howard Smith advirtió a John Lennon lo siguiente: “Es un pasivo-agresivo. Le encanta que no sepas a qué atenerte en su presencia”.
Cuando Frank Zappa, alto y taciturno, llevando un bigote a lo Emiliano Zapata, abrió la puerta, Howard Smith le saludó diciendo con indiferencia: “He traído a alguien”, dejando la mesa servida para una velada algo extraña, pero no por eso menos inolvidable.
Zappa lanzó sobre John y Yoko una mirada estudiada y dijo: “Encantado de conocerlos”. Sin embargo, la banda de Zappa reaccionó de forma muy diferente. Saltaron de sus sillas, como cualquier fan, y corrieron a saludar a la estrella. “John Lennon estuvo muy servicial con su anfitrión”, relató Howard Smith.
Esa noche Frank Zappa actuaba en el que sería el cierre del Fillmore East de Bill Graham. Cuando salió el tema del concierto, Howard Smith dijo de forma natural: ¿Por qué no acompañan a Frank en el show? Sus músicos aullaron de regocijo pero al jefe no le entusiasmó mucho la idea.
Después de varios minutos en que John Lennon se excusó por llevar demasiado tiempo bajo los escenarios, ambos músicos acordaron tocar lo que les naciera en el momento. La “Jam” se armó y el Fillmore de Nueva York sería testigo del improvisado encuentro.
Amalie Rothschild, directora de cine, había alquilado una cámara de 16mm para rodar un film sobre la legalización del aborto. Sin embargo, cuando descubrió que John y Yoko iban a actuar, cambió de planes y decidió grabar sin autorización la parte final del show. Se ubicó al lado de la mesa de sonido y, pasando casi inadvertida, logró 22 minutos de aquella performance con su cámara.
Frank Zappa finalizó el tercer bis ante una eufórica audiencia cerca de las dos de la madrugada (el cartel daba cuenta de dos funciones y esta era el cierre). El público comenzó a abandonar el lugar, pero inesperadamente las luces, que ya se habían encendido, volvieron a apagarse. Por un instante pareció una alucinación. Sobre el escenario John, Yoko y Frank.
Lennon, con una guitarra roja y mascando chicle, presentó un tema de la época en The Cavern. Aunque parecía ausente e incómodo y hablando al micrófono como si fuera una tubería, comenzó a tocar “Well (Baby Please Don’t Go” de los Olympics.
Una suerte de intervención de arte. Así podría resumirse la “ocasional performance” de los Lennon y Frank Zappa en el Fillmore East. Este último nunca estuvo del todo cómodo compartiendo su show y el escenario. Acoples, gritos guturales y una guitarra eléctrica en mal estado conspiraron para que el encuentro de ambos músicos fuera inolvidable. Al menos para ellos.
La grabación se registró en una unidad móvil contratada por Frank Zappa previamente para trabajar en el disco “Live at the Fillmore”. La idea era que ambos tuvieran acceso libre a las cintas. Pero eso no sucedió. Zappa no editó en su disco en vivo la Jam junto a John y Yoko debido a que ellos le robaron un tema, y eso provocó su molestia. Al menos así se consigna en la biografía Frank Zappa Real Book.
La canción «King Kong», que la tocaron en el Fillmore, en el disco 2 del LP «Some Time in New York City» de Plastic Ono Band, apareció bajo el nombre de «Jamrag». Ahí firman Lennon/Ono (Zappa lo había editado en el disco «Uncle Meat» 3 años antes bajo su autoría). Sobre el incidente, Frank Zappa aclaró lo siguiente en su biografía: «Lo malo es que hay una canción que yo escribí llamada «King Kong» que tocamos esa noche, y no sé si fue idea de Yoko o de John, pero le cambiaron el nombre por «Jam Rag», se pusieron a sí mismos como compositores y editores, la pusieron en un álbum y nunca me pagaron…”.
Lo que sucedió el 5 de junio de 1971 en el Fillmore East es parte del mito y la realidad. Que Yoko Ono arruinó la presentación con gritos guturales, que en la mezcla final de la cinta se intentó limpiar su voz, que Frank Zappa no la quería sobre el escenario, que a John Lennon le facilitaron una Gibson SG en mal estado, que Frank Zappa sólo atinaba a mover sus brazos como dirigiendo a sus músicos. Lo concreto es que ambas estrellas compartieron escenario y hoy ya no están. 19 años sin Frank, 32 sin John. Pareciera que fue ayer, pero es hoy: 2012.
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