Mezcla de ensayo, crónica y bitácora de viaje. Estos tres títulos tienen la fuerza de las mejores novelas. Están llenos de ideas y reflexión. Lo mejor de 2012 en el género. Disponibles en todas las librerías nacionales. Bueno, en casi todas.
Es uno de los autores norteamericanos fundamentales de las últimas décadas. Sobre todo a la hora de escribir relatos breves. En este libro, sin embargo, se reúne una serie de textos en los que reflexiona sobre el sentido de la escritura, de la lectura, de la enseñanza y cómo ha encaminado su propio trabajo. Quizás leer este libro un par de veces sea mejor que ir a un taller literario.
Dice Ford en el primer texto: “En consecuencia, últimamente he pensado a veces que ha de ser muy difícil comenzar a escribir hoy, en un tiempo universitario en el que relatos y novelas son reducidos a la condición de textos a los que se atribuye el significado opuesto al que evidentemente tienen y cuyos privilegiados autores creen insensatamente que tienen; en el que se piensa que la literatura está en quiebra y es aburrida, y que el escritor es la ridícula figura que la escribe; y en el que lo que uno pensaba que no era bueno resulta que era excelente, sólo que uno no era de la raza, la orientación sexual, ni el sexo adecuados para comprender en qué consiste la excelencia”.
Una epidemióloga recorre diversos puntos del globo tratando de entender cómo funcionan las políticas públicas respecto de la prevención del sida y otras enfermedades de transmisión sexual o bien a causa de las drogas. Una gran crónica de viaje, con mucho punto de vista y reflexiones allí en los lugares donde no hay esperanza y todo es desorden.
“La ciencia no existe aisladamente”, anota la autora. “Existe en un mundo de dinero y votos, un mundo de ruedas de prensa y lobbies, de farmacéuticas productoras y de activismo medioambiental y de religiones e ideologías políticas, y todo el resto de complejidades de la vida humana”.
No por nada el subtítulo del libro es “Burócratas, burdeles y el negocio del sida”.
Pura pasión por el cine. Puras convicciones. Un libro brillante, lleno de coraje, revelaciones y profundidad. Exuda vocación, entusiasmo y vida. Lo mejor: la estructura. Bien pudo haber sido una caja llena de cosas y compartimientos. Es un libro militante y jugado, personalísimo. Dan ganas de salir a conseguirse muchas de las películas que el autor reseña. Pero es más que eso: es un libro sobre cómo te relacionas con los otros y, al final, cómo eres capaz de conocerte un poco más a ti mismo.
Escribe Fuguet: “Una vez alguien me comentó que los gustos personales son las nuevas ideologías y que, de cierta manera, tu forma de ver el mundo, tu moral, tus creencias, se reflejan y se cristalizan no tanto en aquello que lees o ves o escuchas (y, supongo, ahora, en lo que tomas y comes) sino en aquello que te gusta o que rechazas de forma visceral”.
El libro incluye el DVD de su premiada película “Música campesina”.