Por Héctor Muñoz.
Cuéntanos un poco de cómo será el show con las 2 partes de “Thick As A Brick”…
Mostraremos completas las 2 partes de “Thick As A Brick”, los dos discos. El primero, de 1972, tocado tal como lo lanzamos en ese tiempo, y también su secuela, que lanzamos el año pasado. Habrá 20 minutos de intermedio en el que podrán ir al baño, comprar una bebida o una polera. Básicamente la audiencia podrá, aparte de disfrutar de una música intensa, ver a tipos pasándolo bien tocando. Nos gusta estar de gira con todo el apoyo audiovisual que tenemos en escena. Es un show de buena producción, con muchas cosas pasando, mucha energía y entusiasmo. Esperamos que disfruten de la experiencia completa de “Thick As A Brick”.
Siempre me preguntaban cuándo vendría una secuela, pero en realidad me tomó 39 años encontrar una buena razón para hacerla. Finalmente se me ocurrió a fines de 2010, y en enero de 2011 comencé a escribir. En cuatro semanas, ya tenía un disco compuesto. Es agradable haber tenido todo listo en tan poco tiempo, a pesar de que no pudimos grabar hasta noviembre de ese año por la gira que nos tuvo ocupados todo 2011. De todas maneras, tuvimos el disco listo a fines de diciembre. Y acá estoy, en febrero de 2013, escribiendo las letras de un nuevo disco que grabaré en noviembre y que lanzaré el 2014, repitiendo un poco el proceso. En este último período, he tratado de tener un disco listo cada 2 años.
¿Podrías contarnos del nuevo material?
Podría, pero no lo haré… aún tengo que cambiar muchas cosas. Es una pieza conceptual de la que pueden seguir el proceso en el blog de mi página, en esa especie de diario que voy actualizando.
¿Será de Jehtro Tull o solista?
Aún no lo sé. No es importante para mí, ya que es mi nombre el que está impreso en el ticket de cada concierto. Al final, la música la escribo yo, además la canto y la toco.
¿Cuál fue la inspiración original del “Thick As A Brick” de 1972?
En realidad fue inspirado por el hecho de que los críticos de música creían que “Aqualong” era un disco conceptual, cuando en verdad era una colección de canciones. No me creían cuando se los decía, así que decidí que el siguiente disco sí sería uno conceptual. Les daría lo que creían que habían escuchado el año anterior, y decidí que tenía que ser lo más exagerado posible, hacerlo una especie de sátira de la idea de un disco conceptual en el progresivo. Decidí ir un poco más allá que Genesis y Yes, y hacer el disco que fuese “la madre de los álbumes conceptuales”, un poco surrealista, y también una parodia de los mismos. Fue medio en broma y medio en serio.
Hace un par de años, reeditaron “Aqualong” con remezcla de Steven Wilson. ¿En qué más has trabajado con él?
También estuvo a cargo de la remezcla de “Thick As A Brick” original y mezcló la secuela. El año pasado estuvimos haciendo las remezclas “Benefit”, “A Passion Play” y las cintas de “Chateau d’Isaster”, las grabaciones originales de ese disco que no terminamos en 1973, el que nunca completamos. Pretendemos lanzar estas reediciones durante este año, con remezclas en 5.1. Fue divertido revisar ese material.
¿Qué te parece el trabajo de Wilson?
Es más joven que yo, y su oído está en mejor condición que el mío par hacer un juicio más equilibrado sobre la calidad. Es muy fiel al espíritu original de la producción y la mezcla. Se concentra en limpiar los registros, dándoles más chispa, más definición y más claridad. Tiene mucho respeto por estas obras, y es bueno en este trabajo. Por eso es muy respetado, porque sabe tener el enfoque apropiado para este tipo de obras.
¿Cómo es tocar orquesta y girar con este formato por el mundo mostrando los clásicos de Jethro Tull?
Es muy difícil porque, si trabajas con una orquesta, cuesta coordinar los ensayos y las pruebas de sonido. Se suele trabajar con diferentes orquestas al viajar a diferentes países, tienes que ensayar la noche anterior y la mañana previa al show. Está bien hacerlo 2 o 3 semanas, pero si lo hiciera todos los días del año, estaría muerto. Es un reto, es emocionante, es una forma distinta de presentar tu música, examinar los diferentes sonidos y texturas que toman tus canciones. Por ese lado, es emocionante, pero depende de qué tan buena e involucrada trabaje una orquesta. Hay unas mejores que otras. Cuando toqué con la de Chile, fue una gran experiencia, se comprometieron totalmente e hicieron un trabajo impecable. Pero me han tocado shows en que simplemente no funcionó. No diré en qué países fue, pero suele pasar.
Cuando comencé a tocar en 1967, había muchos héroes de la guitarra, muchos tipos que se estaban haciendo conocidos, como Eric Clapton, Jimi Hendrix, Jimmy Page, Jeff Beck y Peter Green de Fleetwood Mac. Sabía que nunca sería tan bueno como ellos, así que decidí encontrar un instrumento para tocar, uno que alguien como Eric Clapton no pudiese tocar. La flauta parecía una buena elección. En ninguna banda de rock tocaban flauta, así que la tomé para mí y vi que era una gran oportunidad. Aprendí a tocarla. Y en febrero de 1968, se formó Jethro Tull como una pequeña banda de blues, y era distinta a las demás porque había una flauta. Eso nos hizo particulares y distintos al resto, y la flauta se convirtió en un instrumento del rock. A pesar de que yo soy el que más identifican con una flauta, no soy el único, sólo el más conocido. Y todos estos años, creo que sigo siéndolo. La flauta no es un instrumento que sueles oír en el rock. Quizás fue una buena opción para promocionarnos, nos hizo diferentes al resto.
Sabemos que tienes un cultivo de salmón. ¿Has tenido presencia en el mercado Chileno?
No tengo ningún tipo de negocio de salmón en Chile. Por coincidencia, la compañía Atlantic Salmon comenzó a aplicar algunas de sus tecnologías de cultivo allá, replicando lo que hicieron desde Escocia a Noruega. Era una oportunidad el involucrarse en un nuevo territorio como el de Chile, pero para mí resultó demasiado. No podría mantener un negocio a miles de kilómetros de distancia de donde vivo, prefiero mantener mi cultivo cerca. De todas formas, aprendí viendo el proceso de ellos. Fue un reto desarrollar esos cultivos en Escocia sin preocuparme de ir a Chile a hacerlo. Seguí con interés el proceso, pero no me tenté a involucrarme más allá, era muy lejos y se me hacía difícil la logística.