Editorial de Freddy Stock, martes 26 de febrero.
Son las interrogantes que abre una bala loca.
Y tiene que ver con los peritajes balísticos que espera la fiscalía para intentar dilucidar las causas del asesinato del dirigente sindical, Juan Pablo Jiménez. El origen de esa bala loca, como la definió la PDI, es un acertijo inquietante. Ayer, en Palabras sacan palabras, el dirigente nacional de la CUT, Cristián Cuevas, habló de un asesinato por encargo y de una persecución contra otros dirigentes sindicales que han incluido secuestros.
Ante esto, esclarecer el crimen de Juan Pablo Jiménez es un asunto perentorio, una necesidad urgente para terminar con las dudas o, en su defecto, combatir a mafias ligadas a realidades que creemos muy lejanas a las nuestras. Para clarificar la diferencia entre un crimen a sangre fría al resultado fatal de una bala loca. Aunque las balas, locas o intelectuales, siempre tienen un dueño…