Esta noticia da para reflexionar… Y la pone en la mesa El Mostrador.
El sitio electrónico detalla una comida privada en diciembre entre Michelle Bachelet y un grupo importante de empresarios de la colonia árabe, algunos de ellos ligados a la Fundación Pinochet.
En verdad, la democracia y el ejercicio republicano exigen estos puntos de encuentro y de discusión. Un estadista es, ante todo, un líder que se define como Presidente frente todo su pueblo y no sólo ante los que votaron por él. En estricto rigor, entonces, una cena de la Ex Presidenta Bachelet con empresarios que se definen públicamente como pinochetistas no debiera sino realzar un ejercicio de tolerancia, de grandeza y de sana convivencia. ¿Pero será esto lo que encierra esta comida? ¿O hay algo que no sabemos como ciudadanos?
Y es aquí cuando hace falta un importante elemento de transparencia en esta democracia: saber detalladamente quién financiará las campañas políticas. De qué bolsillos saldrán los millones que moverá una lucha ideológica de muchos carteles, muchas campañas radiales y spots televisivos. Y de muchos apretones de manos luego de suculentas y sonrientes cenas de camaradería…