Es la polémica del momento… y tiene que ver con la entrega de bonos.
Los entregó la Concertación y ahora lo hace el gobierno del Presidente Piñera. Según la Concertación, en sus años se justificaba la medida porque se estaba en crisis, pero que ahora, en año electoral, la idea de despachar bonos es impresentable… En el Gobierno consideran que esta mirada de la oposición es descarada y llena de dobles estándar.
Pero la pregunta de fondo es ¿qué significa que un Estado tenga que entregar estos bonos? Qué sistema social estamos construyendo donde un benefactor se mete la mano al bolsillo y reparte unos billetes como con misericordia, como dando aspirinas a una enfermedad que requiere de cirugía mayor.
Extraño acto en un país que, según el Indice de Desarrollo Humano publicado ayer por el PNUD, es el que representa el mejor desarrollo de Latinoamérica en cuanto al acceso a la salud, a la educación y a su ingreso per cápita. Son los datos que no cuadran, las cifras que no se entienden. Por eso, el problema real no es si estamos en un país donde las cosas están bien… sino – y bonos mediante- si ese bienestar le está llegando a la gran mayoría de los chilenos…