PAGINA 66

12 conclusiones sobre The Metal Fest 2013

corrosion metal fest
Patricio Jara hace sus balances en Página 66.

1.- Pese a la gran oferta de eventos musicales, el Metal Fest cuenta con el apoyo de los fanáticos, aunque hagan sufrir a los organizadores comprando la mayor cantidad de entradas en la víspera.

2.- El cartel internacional sigue siendo de primer orden a nivel sudamericano, sin embargo algunas bandas como Morbid Angel, Down y Carcass no pueden siquiera pretender regresar con el mismo show que ofrecieron en sus últimas visitas. Dos es mucho. Tres sería impresentable.

3.- Y si bien nunca estaremos conformes con el cartel ni menos con el orden, son cada vez menos las bandas que no han venido a Chile. ¿Atheist? ¿King Diamond? ¿Ministry? ¿Godflesh? ¿Entombed recargado, ahora con dos guitarristas? ¿Symbolic? La extraordinaria banda canadiense tributo a Death no estaría mal, considerando que hoy existe tributo a casi todo, aunque tan pocos realmente lo merezcan.

4.- Al menos en lo que pude constatar en terreno, segundo año consecutivo sin que los baños sufran destrozos.

5.- El escenario local siempre es un tema sensible, sobre todo porque algunas bandas nacionales son harto mejores que varias del show internacional. Dio gusto ver a Atomic Aggressor, Sadism, Melektaus, Nuclear y Recrucide. Dos generaciones y talento que se mantiene incólume en los más antiguos y creciendo en los más nuevos.

6.- ¿Es posible organizar encuentros de los músicos con los fans sin que deba llamarse “meet and greet” ni debamos pagar un extra, como ocurre con determinadas bandas y productoras que cobran por que te firmen un CD, un vinilo o tomarte una foto? Hoy las bandas venden tan pocos discos que autografiarlos a quienes tienen la gentileza de no bajarlos de Internet debiera estar en los puntos del contrato. Quince minutos por banda. Nada más. La gente hace fila para usar el baño y no la va a hacer para que le firmen un pedazo de papel o la polera o una nalga.

7.- Las críticas fueron escuchadas y los stands de música y merchandising, tanto como los de comida, estuvieron a la altura. Más variedad y mejor calidad. Bien por los sellos y distribuidoras nacionales que llevaron sus productos a precios decentes. Vendieron más de lo que esperaban y eso les mantiene la fe en seguir potenciando la industria.

8.- Faltó, eso sí, un stand de tapones de goma para los oídos. Más de un sonidista sigue convencido de que para que una banda suene brutal necesariamente debe sonar fuerte. Hace tiempo que el público se dio cuenta de que eso queda para aquéllos que deben maquillar su falta de talento con efectos y distorsiones de paquete. Y sabemos, también, que el exceso de potencia priva al público de distinguir las virtudes de los músicos cuando éstos las tienen.

9.- Después de cuatro o cinco latas, la cerveza sin alcohol no es tan mala.

10.- Un poquito de información sobre las bandas para los encargados de la transmisión en pantalla grande del show no estaría mal. En Morbid Angel se demoraron casi una canción completa en enfocar a Trey Azagthoth y dejaron de mostrar varios de sus mejores solos durante todo el show. En fútbol, eso equivale a no enfocar a quien lleva la pelota. Y si Messi es el Barcelona, Trey Azagthoth es Morbid Angel.

11.- La brecha en la proporción mujeres-hombre sigue disminuyendo. Es cada vez más habitual ver grupos de chicas que no están acompañando al pololo.

12.- Abrir un extintor en el punto álgido de un show es una marca registrada cuando se trata del Movistar. Pasó con Slayer y pasó con Carcass. Pero hacer correr el artefacto hacia delante una vez ocupado y entregarlo a la gente de seguridad, para que nadie corra peligro, eso es de caballeros.


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