Dicen que este fallo de la Corte Suprema podría marcar un antes y un después…
Según publica el Diario Financiero, un fallo del 2 de abril pasado determinó que el titular de una concesión minera podría construir un pozo para extraer agua de napas subterráneas ubicadas en el terreno de la concesión sin pagar por ello; además de sacarla de forma indiscriminada, aduciendo que se están “explorando” los minerales que están en el agua.
Todo comenzó cuando la Dirección General de Aguas (DGA) interpuso una denuncia en contra de la Sociedad Minera ligada a Francisco Javier Errázuriz, imputándole la extracción de aguas subterráneas sin contar con la debida autorización para ello.
Sin embargo, la Corte Suprema sentenció que no es posible determinar “que las labores de sondaje y bombeo que motivan la denuncia”, ya que podrían estar insertas en sus facultades de explotación minera.
Se abre, así, una caja de Pandora sobre un recurso vital y escaso, sobretodo en la zona Norte del país. Con este fallo, será difícil determinar las razones de una empresa minera para sacar agua y llegar a secar los pozos que también son usados para el uso humano o la agricultura. La Corte Suprema podría haber puesto una chispa en medio de la sequía que vive el país; una chispa donde el pasto está peligrosamente reseco…