Campeonato Segunda División 1967
Estadio Fiscal de Linares
Lister Rossel 0 – Concepción 1
En teoría, Concepción debería albergar al club más poderoso al sur de Santiago. El fútbol, sin embargo, toma extraños caminos: la segunda ciudad de Chile no ostenta títulos de Primera y hoy ni siquiera tiene un representante en la elite.
Retrocedamos a los ‘60. Empeñada en sumar miembros al Ascenso, la siempre centralista Asociación Central de Fútbol (ACF) mira hacia más allá de Talca (durante una década límite sur del profesionalismo). Una primera opción es fusionar pequeños cuadros capitalinos con selecciones locales, como el caso de Green Cross-Temuco; en 1965 acepta a regañadientes a Huachipato, que ofrece como anzuelo un coqueto estadio propio.
Parece extraño que Talcahuano tenga un club en Segunda y Concepción no. La llegada de un gran equipo penquista a la organización central es esperada con entusiasmo por el ambiente futbolístico: con justa razón, se piensa que significará una revolución para el medio. La ciudad, por cierto, luce el recién estrenado estadio municipal de Av. Collao, que acoge cada fin de semana a 4 mil espectadores promedio para partidos semiamateur del Regional del Sur.
En diciembre de 1965 la ACF decide por fin que Concepción tendrá un club profesional. Junto a Lota y Antofagasta acepta su postulación sin demasiados trámites, pero deja en suspenso qué equipo representará a la ciudad en el Ascenso. Como de costumbre, el sistema elegido es la fusión: en vez de privilegiar la selección natural de los más poderosos y populares -al estilo de Central y Newell’s en Rosario- se pasa por encima del arraigo de los hinchas y de la historia para partir innecesariamente de cero.
Y el experimento, para variar, no es del todo exitoso.
Según el acta oficial, Deportes Concepción Unido nace el 27 de febrero de 1966 producto de la adhesión forzosa de tres clubes medianos que participaban o habían participado en el Regional: Galvarino, Liverpool y Juvenil Unido. Aportan jugadores Lord Cochrane, Santa Fe y Almirante Lynch, pero no adhieren a la fusión.
Sin embargo, los más grandes no se pliegan a este revoltijo. El viejo Fernández Vial se resiste sacrificar sus siete décadas de historia y lo paga con más de 15 años ostracismo (recién sería aceptado en Tercera en los ‘80). Los populares verdes de Lord Cochrane, aunque traspasan buena parte de su plantel a la nueva institución, deciden quedarse en el mundo amateur (y ahí viven aún). Y Universitario se recluye dentro de la U. de Conce para embarcarse recién un cuarto de siglo más tarde en la aventura del profesionalismo.
Los nuevos lilas, que originalmente juegan de verdiblanco o amarillo, concitan un fugaz apoyo masivo. Su primera campaña en Segunda es mediocre (13º entre 16 equipos); en 1967 -ya sin el “Unido” en su nombre- responden a las expectativas y suben a Primera. La foto de arriba corresponde precisamente a un partido de ese torneo, cuando Concepción derrota como visita a Lister Rossel de Linares por la cuenta mínima.
Pese a los buenos augurios -y a una muy exitosa década de los ‘70- el “León de Collao” jamás consolidaría su completo arraigo en la cuenca del Bío Bío.
Foto: Archivo revistas Estadio y Gol y Gol; Datos: Héctor Gatica.