El caso de Dave Mustaine debe ser uno de los más especiales dentro de la historia del rock. Fue expulsado de Metallica justo antes de que la banda entrara a grabar su disco debut. Tras ese viaje en bus de 2 días, el “coloro” decidió armar su propia banda y ser más rápido que sus ex compañeros. Y con la ayuda de Dave Ellefson, rápidamente se puso de pie y sacó la ira interior con una aguda visión sobre el mundo para nutrir los riffs veloces que poblan la trayectoria de Megadeth, y se convirtió en uno de los cuatro grandes del Thrash Metal por derecho propio. En el 2010, Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax salieron juntas de gira. El círculo se había completado.