Metallica debe ser la banda de rock definitiva de los Estados Unidos. En sus 3 décadas de trayectoria, han manejado algo mejor que la mayoría de sus pares nunca pudo hacer: renovarse, refrescarse y no tenerle miedo a los matices. Desde esos primeros días de speed metal con el aporte del fallecido Cliff Burton, pasando por la consagración masiva gracias al “álbum negro” en 1991, los cambios estilísticos en los 90 y el apelativo de “los nuevos Led Zeppelin”, Metallica se convirtió en una potencia enorme dentro de la música popular. Son la única de las 4 grandes del thrash metal en el Salón de la Fama del Rock And Roll. Y siguen recorriendo el mundo, encabezando cuanta cruzada heavy se les pongan por delante. Han estado en Chile en tres ocasiones, y se viene una cuarta.