Dentro del imaginario de poleras metaleras, las que más costaba saber a qué banda hacían alusión eran las de Morbid Angel. El intrincado logo era la personificación perfecta de la propuesta de la banda, una de las fundamentales para entender el death metal tal como lo conocemos. Con más de 30 años de funcionamiento, Morbid Angel ha sabido experimentar con diversas vertientes, refinando su estilo y cambiando, como las bandas que apuntan a una tirada larga lo hacen. Hasta el día de hoy, siguen funcionando. Y su logo sigue sin ser leído con fluidez por los no iniciados.