Dentro de la camada de bandas que tomaron la estructura del hard rock y le inyectaron actitud callejera, Motley Crue sobresale por algo que ninguna de ellas logró desarrollar con un nivel de trascendencia: la mezcla perfecta entre el discurso de la opulencia nocturna con una cama de sonido heavy bien ejecutado y producido. Las motos, las chicas y los callejones de Los Angeles nunca habían salido por los parlantes con el peso con el que los Crue trabajaron sus mejores discos. Durante la década pasada, cosecharon los frutos con una reunión que los trajo a Chile en el 2011. No por nada, la banda tiene las agallas para compartir cartel con Kiss en giras. Esa no la cuenta cualquiera.