Baterista de Rush.
Tras el alejamiento de John Rustey luego de la grabación de su disco debut, Rush necesitaba con urgencia llenar el puesto de baterista. Y el candidato idóneo fue un chico muy distinto a los lúdicos Geddy Lee y Alex Lifeson. Fue Neil Peart con su manejo perfecto y maquinal de los tiempos rítmicos quien se quedó tras la batería de Rush. Y no solo tras la batería hizo su aporte: el ilustrado Peart se convirtió en el letrista de la banda, y proveyó a la intrincada y compleja música del trío con letras que hablaban de mundos nuevos y temas universales. Como baterista, no hubo techo para Neil Peart. Es cosa de ver cuánto aumenta en cantidad de piezas y el cómo va cambiando su forma de tocar con los años. Por ahora, sigue siendo el mejor baterista del mundo. Y quizás por cuánto tiempo más.