Guitarrista de King Crimson.
Robert Fripp comenzó a tocar guitarra a los 11 años de edad, y se quedó con una costumbre mínima que se volvió fundamental para entender su desarrollo: tocar sentado en el escenario. Es la única forma que conoce para concentrarse y lograr el nivel de precisión y concentración que da la disciplina irrestricta a la hora de enfrentar la ejecución. En 1969, fundó King Crimson y sentó las bases de lo que podemos denominar como “rock de vanguardia”. Su mirada rigurosa de la música lo hizo adoptar una férrea ética de trabajo en la banda, exigiendo niveles elevados a sus compañeros. Sólo así se podía lograr la perfección. Es cosa de escuchar los discos más emblemáticos de la banda para darse cuenta de ese nivel que casi no se ve dentro de la escena masiva. Música matemática, que se mueve en cambios de tempo precisos y complejos que son posibles si el director de la banda la tiene clara. Y Robert Fripp siempre la ha tenido.