Aquí, uno no sabe si llorar o reír… Resulta que el Servicio Electoral, Servel, el mismo organismo cuestionado por los datos entregados al periodista Fernando Paulsen, admite que tiene en sus registros a 600 mil electores… muertos. La situación para el Consejo Directivo del Servel es compleja o macabra, ya que, el organismo alega que no tienen facultades legales para deshacerse de los fallecidos.
Según comentó a El Mercurio Patricio Santamaría, miembro del Servel, el consejo «no tiene facultades para proceder a depurar el padrón» y eliminar, así, a los 600 mil muertos. Dicen que el Tribunal Constitucional (TC) rechazó una norma que permitía mitigar el problema.
Las propias autoridades asumen que este impasse genera dudas respecto de la transparencia del nuevo sistema de inscripción voluntaria y voto automático que debutó en las pasadas elecciones municipales.
Y ante este escenario, dice El Mercurio, el Servel está estudiando distintas alternativas para poder depurar el padrón, entre las cuales se encuentra la posibilidad de convocar a quienes se presume fallecidos para comprobar si se encuentran con vida, tal como se solicita para la continuidad del pago de pensiones o montepíos.
Esta medida, sin embargo, sólo sería aplicable para futuras elecciones, y no para los comicios de noviembre, dijo Santamaría.
O sea, que en Chile la política no sólo es para los vivos… también lo es para los muertos… Bienvenidos a Palabras sacan Palabras…