La polémica la instala el propio Presidente de la República…. En medio del dolor y de la rabia que produce en la ciudadanía el asesinato del subteniente de carabineros, Daniel Silva, Sebastián Piñera las emprendió contra los parlamentarios que no desean aprobar la Ley Hinzpeter. O sea, por un asesinato a mansalva de un policía hecho por delincuentes, el Presidente pide agilizar una ley que pretende resguardar el orden público en manifestaciones e imponer sanciones más duras a los encapuchados.
Las palabras de Piñera fueron duras. El Presidente llamó a los parlamentarios a que “de una vez por todas asuman su responsabilidad y se pregunten de qué lado están, del lado de los encapuchados o del lado de la gente inocente que quiere vivir en paz, del lado de los carabineros o del lado de los que asesinan a los carabineros”.
Cabe señalar que nuestra ley ya contempla la pena máxima de nuestro código a este delito, que es la de presidio perpetuo efectivo. No se entiende cómo podría endurecerse aún más la pena con una Ley Hinzpeter. A menos que se pretenda reinstaurar la pena de muerte. O, algo también preocupante, que el propio Presidente esté ocupando el dolor y la indignación por un crimen alevoso para fines políticos, para cálculos frívolos y mezquinos. Una maniobra que, de paso, se hace manchando a todo el Poder Legislativo…