Por estos días, Deep Purple está promocionando su más reciente disco, “Now What?” editado a fines de abril.
Y en una entrevista a Vorterix de Argentina, el cantante Ian Gillan se sinceró con respecto a su relación con Ritchie Blackmore: no tiene ganas de volver a hablar con él.
Gillan es crudo al referirse al ex guitarrista: “La verdad es que, cuando estaba él, la banda estaba muriendo. Si Ritchie se hubiera quedado, habría sido el fin de Deep Purple. Los shows eran cada vez más cortos y tocábamos para cada vez menos gente, y él se largaba del escenario en medio de un show. Cuando se fue, se sintió como si dejara de llover y saliera el sol”.
El cantante agrega que, a casi 20 años de la salida de Blackmore, el tiempo ha sido el aliciente necesario para ver las cosas de manera distinta y apreciar su legado, aunque no tenga ganas de verlo: “Lo recordamos como un gran intérprete y músico, era mi compañero de cuarto en las giras. Pero algo le pasó en su momento. Le deseo lo mejor, pero no tengo ganas ni de llamarlo ni de verlo”.