Nuestras cárceles están abarrotadas…Y las causas de esta sobrepoblación pueden ser disímiles, desde la falta de infraestructura, de una legislación enfocada al encierro o, una razón más profunda: esta sobrepoblación podría ser el síntoma de una sociedad desigual que se llena cada vez de más excluidos dispuestos a caer en la delincuencia.
Esta madrugada, 24 internos de la cárcel de Quillota resultaron lesionados, luego de que protagonizaran un motín que terminó con un incendio. Según La Tercera, un informe de la Corte de Apelaciones de Valparaíso, elaborado en julio, revelaba graves deficiencias en la alimentación, higiene y salud de los internos de Quillota, con una sobrepoblación de un 54%.
En Estados Unidos, el problema es similar. Este lunes, según publica la BBC, el gobierno de Barack Obama propuso abandonar las sentencias mínimas obligatorias en algunos casos de drogas. Ello, porque según el fiscal general Eric Holder, «Necesitamos asegurarnos de que el encarcelamiento se use para castigar, disuadir y rehabilitar, no sólo para condenar, meter a la gente tras rejas y olvidarse de ella».
Es un tema social interesante. Uno que viven muchos países y cuya solución va directamente ligada a los valores sociales que se quieren construir, con preceptos tan llenos de interpretaciones como son el de la libertad, el castigo, la educación o el perdón…