El jueves 12 de septiembre, tendremos tocando por primera vez en nuestro país a Bruce Springsteen, en una noche memorable en el Movistar Arena
Y en la previa al concierto, revisamos su carrera de 4 décadas junto a sus canciones más destacadas, los tracks que aún son parte de los shows que realiza por el mundo junto a la E Street Band.
En esta entrega, revisamos los himnos de la primera mitad de los 80.
The ties that bind (1980)
La E Street Band tuvo que grabar más de cien canciones antes que Springsteen diera con las veinte perfectas para su primer álbum doble, The River. Era 1980, y la banda estaba lista para iniciar el primer tour mundial de su carrera. Hace rato que sus conciertos había superado la barrera de las dos horas y se acercaban a las tres. ¿Cómo iba Bruce a mantener ese nivel de intensidad, sin fundirse en el camino? Con canciones diseñadas como monumentos, como The ties that bind…
The river (1980)
La historia de sólo dos personas puede resumir la de tu país. Esa fue la apuesta que Springsteen hizo en 1979 al escribir The river, uno de los grandes registros de su carrera y la que usó para titular su –hasta ahora- único disco doble. No es exactamente una canción de amor, tampoco una de odio, pero los complejos sentimientos están a la vista y Bruce los aborda de frente, antes de convertirlos en canción.
Jackson Cage (1980)
¿Te has sentido como aplastado y poder escapar? La pregunta ronda una y otra vez por las canciones de The River, que Springsteen escribió a fines de los 70, recordando cómo eran sus días de juventud. Encerrado en los suburbios de Jackson, New Jersey, ese Jackson “Cage” que Bruce transformó en canción para liberarse de unos demonios que en la hora de mayor éxito, aún venían a tocar a su puerta. ¿Se habrá librado de ellos? Porque todavía sigue tocando esa canción…
Johnny 99 (1982)
Las canciones sobre forajidos, sus crímenes y aventuras se remontan a un pasado centenario, y, por lo mismo, era cosa de tiempo que Springsteen se entusiasmara con el género… Eso sí, nadie pensó que en 1982 llenaría un álbum completo de ellas: Nebraska, una colección de historias salvajes, de aullidos y lamentos, que venían de country, del blues, del rock, y de una imaginación afiebrada, que no paraba de soñar con personajes como Johnny 99.
Atlantic City (1982)
Para componer solo hace falta una historia y una guitarra. Eso parecen decirnos cada una de los temas que integran el álbum Nebraska. Sin banda que lo apoye y grabando con mínimos efectos, Bruce Springsteen suena crudo y salvaje, en estos relatos de buscavidas, jugándose en destino a cada paso, en la costanera de Atlantic City, que –de la nada- se convierte en canción.
Born in the USA (demo acústico) (1982)
Sumergido en las sesiones acústicas del álbum Nebraska, el Springsteen del 82 se volvió una colección viviente de historias convertidas en canción. La más persistente de todas era la de un sujeto que mira al pasado reciente con toda la rabia y angustia de haber nacido en los Estados Unidos. Años más tarde se convertiría en himno, pero hoy la recordamos como fantasmal pesadilla con guitarra: Born in the USA