Despidiendo septiembre, y como un acto de reivindicación por mi ausencia producto de un intenso y extenuante compromiso editorial, regreso con un texto publicado a mediados de septiembre de 2005 en el desaparecido y querido diario La Nación. Esta es una crónica que habla sobre muertes en el mundo del rock y el jazz, pero también es un intento por mantener vivo el legado de grandes e inmortales leyendas de la música que, coincidencia o no, nos dejaron en este mes que se acaba.
Hendrix, Davis, Bonham, Pastorius. Estrellas que brillan en la eternidad. Guitarras, bajos, baterías y trompetas que se han quedado sin sus próceres. Drogas, alcohol en exceso, accidentes y la muerte que se los lleva, dejando sus creaciones vibrando en la cuerda de los tiempos.
PURA HEROÍNA
Jimi Hendrix (18/9/1970)
El 18 de septiembre de 1970, justo el día de nuestro aniversario patrio, el maestro muere ahogado con su propio vómito a causa de una sobredosis de heroína y alcohol, en un hotel de Londres. Su vida siempre fue un torbellino. Excesos, drogas duras, vida nocturna y el alejamiento de su familia, fueron la última palada de un final predecible. Gracias a Chas Chandler, bajista de The Animals, hoy es objeto de culto y veneración de parte de sus seguidores. Cada nuevo aniversario de su muerte, millones de personas llegan hasta su tumba en Seattle. Siendo paracaidista del escuadrón aéreo del Ejército de los Estados Unidos, sufrió un grave accidente que lo inhabilitó para seguir con su instrucción militar. Afortunadamente ese episodio lo convenció de dedicarse a tocar la guitarra con los dientes, sacudirla contra los amplificadores y prenderle fuego. Todo un ritual de Hendrix.
32 PASTILLAS
Keith Moon (7/9/1978)
Hiperquinético y único en su género. Un loco que fue capaz de tomarse un calmante para caballos y dormir dos días seguidos. Su problema era el alcohol. Keith Moon, baterista de The Who, entró y salió varias veces de programas de rehabilitación. Golpeó y amenazó con arma de fuego a su esposa, discutía con sus compañeros de banda, se iba y volvía. En una oportunidad los dejó botados en la mitad de una actuación en San Francisco y todo por causa de la bebida. El pasado 7 de septiembre se cumplieron 35 años desde que fuera encontrado sin vida en su departamento en Londres. Había sufrido una sobredosis accidental con Heminevrin (la medicina que le ayudaba a combatir su alcoholismo). La autopsia confirmó que se había tomado 32 pastillas de una vez, de las cuales 26 aún no se habían disuelto. Sus fanáticos dicen que tenía demasiada experiencia con drogas como para sufrir una sobredosis accidental. Hablan de suicidio.
40 VODKAS
John Bonham (25-9-1980)
Bonzo era su apodo. Amante de los autos de carreras, el batero de Led Zeppelín también era débil ante la bebida destilada. Su marca fatídica fueron 40 vodkas con naranja ingeridos en una fiesta durante 12 horas. Nadie sabe por qué lo hizo, pero algunos episodios de sus años locos junto a Jimmy Page, Robert Plant y John Paul Jones hablan de verdaderas bacanales en mansiones y hoteles donde la banda se hospedaba. Otro detalle fue su sobrepeso. En la época de «Presence» (1976) debía ser asistido por oxígeno para no caer rendido a causa del esfuerzo excesivo, pero el hombre rendía de igual forma a gran nivel. La semana pasada se cumplieron 33 años de aquel trágico episodio en la localidad de Windsor, en Inglaterra. ‘Moby Dick’ es inmortal y “Bonzo” Bonham bien lo sabe desde el más allá.
PASTEL MAESTRO
Jaco Pastorius (21/9/1987)
Con la muerte del maestro del bajo fretless, nació también el enigma. ¿Sobredosis de alcohol y asfixia por su propio vómito o un certero golpe en la cabeza en medio de una riña a la salida de un bar de mala muerte en Fort Lauderdale, Florida? La historia se inclina por la última causa. Después de haber sido expulsado de un concierto de Santana por tratar de subirse al escenario, John Francis Pastorius apareció en el Midnight Bottle Club, un boliche en Wilton Manor, peligroso suburbio de Fort Lauderdale. Cuando a Jaco le fue prohibida la entrada, intentó entrar a la fuerza y Luc Hava, por entonces gerente del club y experto en Artes Marciales, se lo impidió con violencia y le fracturó el cráneo. El músico llegó en estado de coma al Centro Médico General Broward, donde al cabo de una semana, el 21 de septiembre, su estado se agravó y falleció. Tenía sólo 35 años y ya han pasado 26 desde aquella locura mortal.
SONIDOS DE LA CALLE ANTES DEL FIN
Miles Davis (28-9-1991)
El mundo del jazz y sus estrellas siempre ha sido asociado a drogas extremadamente duras. Charlie Parker es un buen ejemplo. Pero no es el caso del gran Miles o, por lo menos, la causa de su muerte. Aquel 21 de septiembre, el genio se internó en el hospital de Santa Mónica, California, «para un afinamiento. Sólo rutina, nada grave, volveré», aseguraba. Pero lo que parecía un simple chequeo derivó en un complicado cuadro de neumonía, que a la postre le arrebató la vida. Semanas antes solía sentarse frente a un gran ventanal a oír los sonidos de la calle. Cuando se inspiraba, tomaba su trompeta y la música fluía. Al momento de su desaparición ya había registrado seis canciones. «Estaba sintiendo el hip-hop», decía.
ANESTESIA
Cliff Burton (27-9-1986)
El frío relato de Kirk Hammet lo dice todo. Mientras Metallica giraba por Europa para promocionar «Master of Puppets» (1986), la banda viajaba en bus entre Estocolmo y Copenhague. Antes de dormir, toda la banda sorteó las literas. A Cliff le tocó con Kirk y fue este último el que perdió en las cartas. Pero en un gesto de grandeza, el bajista le cedió su derecho y partió a descansar a la parte delantera del vehículo. Ya de madrugada y por sorpresa, el conductor perdió el control del vehículo, producto de los resbaladizo del pavimento. Cliff Burton salió despedido por un vidrio, siendo atropellado posteriormente por la misma máquina. Su muerte fue instantánea. Tenía apenas 24 años y toda una vida por delante. La tragedia enlutó al universo metalero.
CON LA AYUDA DE SUS AMIGOS
Johnny Ramone (15/9/2004)
Ya han pasado 9 años. John Cummings, “Johnny Ramone”, dejó este mundo después de luchar cinco años con un cáncer. Su última morada fue Los Angeles, acompañado de su mujer y de algunos músicos con los que había colaborado en el disco que rendía tributo a los padres del punk rock. Eddie Vedder de Pearl Jam, John Frusciante de los Red Hot Chilli Peppers y Rob Zombie estuvieron ahí. El fin de semana anterior a la trágica noticia se celebró un concierto con fines benéficos para recordar el trigésimo aniversario del nacimiento de la banda. Johnny no pudo asistir debido a su enfermedad, aunque Rob Zombie leyó una carta escrita por él además de hablar por teléfono con sus fans. Fue el tercero de cuatro en dejar este mundo. Sólo sobrevive Marky Ramone.