Son pocas las veces en las que uno puede presenciar un pedazo fundamental de la historia del rock, y la noche del viernes 4 de octubre de 2013 se inscribió para siempre dentro de ese selecto grupo. Esa fue la noche en la que Black Sabbath conquistó las almas de un Estadio Monumental repleto.
El carisma inconfundible de Ozzy Osbourne, la entereza de Tony Iommi y la solidez de Geezer Butler, junto con la sorpresa de Tommy Clufetos, estuvieron presentes en un setlist de 16 canciones en el que convivieron los clásicos esenciales con las nuevas composiciones de su aplaudido “13?. La cancha hipnotizada frente a los padres del metal es una postal que jamás olvidaremos, y que se inscribió a fuego en la bitácora del rock en vivo que ha pasado por Chile. Un lujo irrepetible.