El FUT está en el centro del debate… la eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias se deja ver como una de las grandes reformas al sistema que pretende Bachelet y, a la vez, el principal fantasma del empresariado y del propio ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien no está de acuerdo con la muerte del FUT.
El FUT fue creado en dictadura para reactivar la economía luego de la crisis de 1982. En términos muy simples corresponde a las utilidades no retiradas que genera una empresa, las que al no quedar registradas en la base imponible, el dueño o dueños de estas empresas no pagan impuestos sobre ellas. El Servicios de Impuestos Internos estima que hay unos 247 mil millones de dólares acumulados debido al FUT. Y el plan de Bachelet es que las empresas paguen impuestos sobre el total de utilidades netas y no sobre las que retiran, que se eluden en el camino en argucias contables y no en inversiones.
El secretario general de la OCDE, el mexicano Angel Gurría, también dio su opinión sobre el polémico Fondo de Utilidades Tributarias inventado en Chile afirmando que, “el FUT es un tratamiento que sirvió para privilegiar la inversión en algún momento dado. En estos momentos hay que revisarlo para ver si todavía cumple el propósito para el cual fue creado finalmente”.
La muerte del FUT se está transformando en la madre de los cambios que requieren mayores fondos públicos, como la salud y la educación. Pero la derecha dice que la única solución es incentivar el crecimiento y no subir impuestos, tocar exenciones y privilegios que ayudan a la inversión… Es una interesante disputa en la carrera presidencial opacada por las peleas chicas y la falta de debate…