MALDITO ROCK AND ROLL

“New”, audacia y desconcierto; la apuesta más atrevida de Sir Paul

paul mccartney new
Ernesto Bustos comenta el disco número 16 de McCartney.

¿New?, ¿nuevo?. Extraño diría yo. Debo reconocer que siempre he sido un fan de Paul (más que de John). Incluso la música de George me conmueve más que un «Imagine», «Jealous Guy» o «Woman». No sé, hay algo en la música de McCartney no tan agresivo y sí amigable que siempre me ha hecho sentirme más próximo a él, ya sea en su faceta solista o, sobre todo, con los Wings en los ‘70.

Pues bien. Debo reconocer que «New», el disco más reciente de Paul, me tiene todavía en shock. Sé que es demasiado pedir que un compositor de la talla del ex Beatle insista en fórmulas del pasado para reinventarse y marcar vigencia. Tampoco pretendo que se despache un «Band on the Run», un «Ram» o un «Venus and Mars». Tal vez con «Chaos and Creation in the Backyard», su registro de 2005, aquellos recuerdos del gran Paul cuando cantaba “My love”, “Jet”, “Let me roll it”, “Uncle Albert/Admiral Halsey”, Maybe I’m Amazed”, “Let ‘em in”, “Silly Love Songs”, “With a lilltle luck” y “Listen to What the Man Said”, el Paul post Beatles, en solitario y como parte de una banda, el creador de grandes éxitos, lograba aproximarse a lo que uno siempre esperaría de él en sus composiciones.

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Pero tantas elucubraciones poseen una respuesta inmediata y un tanto lógica. El querer adecuarse de los tiempos y evolucionar a la par con nuevas tendencias y sonidos, obliga a realizar concesiones, a riesgo de mantener en alto un nombre -prestigio suena mejor- o retroceder y desaparecer con más pena que gloria.

Por lo mismo, lo primero que llama poderosamente la atención son los cuatro productores que participan en «New». Está bien, dejemos que Sir Paul trabaje con la gente que quiera, pero sorprende que todos podrían perfectamente ser sus hijos. Mark Ronson (responsable de la recuperación del ‘soul’ clásico por Amy Winehouse), Ethan Jones (The Vaccines, Kings of Leon), Paul Epworth (Primal Scream, Adele) y, dirigiéndolos a todos, Giles, el hijo del mítico George Martin, hallamos la primera respuesta a tan ecléctico material.

No pretendo santificar discos de antaño. Eso ya fue. Tampoco darle en el suelo a uno de mis ídolos de niñez, adolescencia, juventud y ahora adultez. Pero ya van dos pasadas de «New» y me sigue pareciendo extraño, no malo, ojo. Que se entienda bien, porque también hay cosas rescatables de los primeros singles liberados antes del estreno oficial. Precisamente «Aprecciate», al mando del Martin chico, es uno de esos ejemplos. «Queenie Eye», producida por Epworth, es otra muestra que se puede encontrar aquí, del mismo modo que «Early days», que evoca de forma sincera y emocionante los primeros días de música y amistad con John Lennon en Liverpool. Casi al final de la grabación aparece «Looking at her», otro detalle para rescatar. Del resto, como dicen por ahí, paso.

paul mccartney new portada

Después de intentar una tercera vez, si tengo algo claro respecto de «New». De partida, la tapa ya es distinta a cualquier aventura de Paul McCartney. Lo otro, se nota -y demasiado- la mano de cuatro productores que, incluso, son menores que yo, que perfectamente podría ser el mayor de los hijos de Paul (Giles Martin es del mismo año que yo, pero menor por menos de dos meses). Tal vez, al aceptar trabajar con don Paul también asumieron que detrás de un hombre que en junio cumplió 71 años había una historia inmensa de más éxitos que tropiezos. Seguramente, en más de alguna ocasión escucharon (y disfrutaron) de un «Band on the Run», «Wild Life», «Red Rose Speedway», «Venus and Mars» o Wings at the Speed of Sound». Yo, al menos ahora, estoy escuchando mientras cierro estas líneas, «Wings Over America».

Sí, todo tiempo pasado fue mejor, pero hay que tenerle paciencia a «New». Soy un convencido que no existen los discos malos. Sólo en algunos casos los hay. Sí, buenas y malas colecciones de canciones. Y estas 12 nuevas de Paul McCartney necesitarán algo más de tolerancia de sus fans para acomodarse al adn. Yo, al menos, me incluyo en ese grupo.


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