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The Beatles: El «Álbum Blanco», 45 años – Parte 1

paul john album blanco web
En su mes aniversario, recorremos el proceso de un disco fundamental del rock.

El 22 de noviembre de 1968, se lanzó un álbum doble de portada blanca, con una inscripción transparente que decía «The Beatles». Era el primer disco homónimo que lanzaban, y la culminación de un proceso que los tuvo al menos medio año ocupados en los estudios de la EMI ubicados en Abbey Road.

Radio Futuro dedica todo el mes al aniversario número 45 del «Álbum Blanco» de los Beatles. Durante estas semanas, desmenuzaremos cada uno de los tracks, recorriendo el calendario de 1968.

Revolution 1 (30-31 mayo/4 & 21 junio)

Escrita por John justo cuando las barricadas de París comenzaban a desarmarse, Revolution –la primera canción de las sesiones del álbum blanco- atravesó por muchas etapas: fue una balada, fue una explosión; Lennon apoyaba el caos y luego no… Al final, acabó acostado de espaldas grabando la voz, sólo con Yoko en el estudio, buscando una revolución privada, una que lo sacara –por favor- de esa cárcel llamada Beatles.

Don’t pass me by (5-6 junio/12 & 22 julio)

El que Ringo no fuera un compositor se había convertido casi en un chiste privado entre los Beatles, cuando una de sus canciones por fin llegó al corte final, en las sesiones del álbum blanco: Don’t pass me by era un agridulce comentario de cómo los otros lo pasaban por alto y al final se lo tomó en serio. El 22 de agosto del 68, justo un mes después de finalizar las mezclas del tema, Starr renunció al grupo… El 4 de septiembre, cuando los otros lo convencieron de volver, regresó a Abbey Road y encontró toda su batería repleta de flores.

Revolution 9 (6, 10-11, 20-21 junio)

Nacida a partir de una sección experimental que John y Yoko habían extirpado a la primera versión de Revolution, Revolution 9 cobró vida propia a espaldas de los otros Beatles. McCartney –que disfrutaba los collages sonoros- no podía entender cómo su amigo lo había dejado fuera de la diversión, pero a mediados de junio del 68, Lennon estaba sumergido en sus propios paisajes sonoros: bosquejos de desecho, pesadilla, violencia, un mundo auditivo se desmoronaba a medida que se configuraba. Una revolución de la mente. Su mente.

Blackbird (11 junio)

Compuesta sólo con guitarra durante las jornadas con el Maharishi en la India, Blackbird parece el tipo de melodía que nace de golpe. De una sola vez. Y fue grabada de la misma forma: mientras Lennon estaba encerrado con Yoko en el estudio tres de Abbey Road, trabajando en el collage Revolution 9, McCartney –a solas, en el estudio dos- grababa y mezclaba una de sus obras maestras en apenas seis horas. Increíble.

Everybody’s got something to hide except me and my monkey  (26-27 junio/1 & 23 julio)

Si Lennon quería mantener la veta rockera recuperada con Hey Bulldog, Everybody’s got something to hide except for me and my monkey era un paso en la dirección correcta: concebida con el mismo ánimo subversivo que Revolution 1, este canto a su explosiva pasión por Yoko (y por las drogas), ya había aparecido en los demos acústicos grabados en la casa de Harrison en Escher; pero, a fines de junio en Abbey Road, esa alegre melodía se había transformado en urgente convulsión…

Good Night (28 junio/2 & 22 julio)

A Lennon nunca le gustó la dulce orquestación tipo Disney que George Martin agregó a Good Night. John había inventado la melodía para hacer dormir al pequeño Julian; pero, en la voz de Ringo, esta sencilla canción es mucho más que una rosada balada que se desecha al pasar: la última canción del álbum blanco deja claro que si los finales felices no tienen un espacio en la vida real, eso no nos quita el derecho a desearlos con el poder de la imaginación.


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