Entre tantas elecciones, esta noticia está pasando piola… resulta que después de siete años de trámites y reparos, la Contraloría General de la República aprobó de manera definitiva el nuevo Plan Regulador de la Región Metropolitana. Esto significa que a las cerca de 80 mil hectáreas actuales de área urbana se sumarán otras 10 mil hectáreas.
La Contraloría había rechazado en dos ocasiones este plan debido a falta de justificaciones para tal aumento, entre la que estaba el incremento de 1,6 millones de habitantes que se esperan para el Gran Santiago de aquí al 2030. Además, la Contraloría había detectado discrepancias de tramos viales y falta de precisión sobre áreas verdes, entre otros reparos. En agosto, el director del Instituto de Estudios Urbanos de la UC, Pedro Bannen, catalogó esta propuesta como sesgada, «se exagera la falta de suelo urbano y se dan malas soluciones». Y agregó el académico que «Si Santiago está con un plan vigente, se puede tomar el tiempo para considerar incorporaciones de suelo urbano, pero con formas más creativas».
Pero había que sacar esto ahora… Una vez aprobado el texto, se publica en el diario oficial y en dos semanas hay nuevo plan regulador… visado por Cores que estaban designados y no por aquellos que salieron electos democráticamente. Si se esperó siete años por este plan regulador ¿qué importaba aguantar unos pocos meses más? Es la duda que queda dando vueltas en el aire…