Por Héctor Muñoz Tapia
Han pasado exactamente veinte años desde el día que una verdadera leyenda de la cultura popular del siglo XX, como Paul McCartney, tocó en nuestro país por primera vez.
Y esa fecha no era cualquiera: era el cierre de la maratónica gira mundial que McCartney lideró para promocionar su disco de estudio “Off The Ground”. Un disco «del montón» dentro de su amplia discografía, pero la excusa perfecta para tomar por asalto al mundo otra vez. Ya tenía antecedentes importantes: su anterior tour mundial, el de “Flowers In the Dirt”, batió récords de audiencia en 2 años. El beatle Paul pretendía lograrlo de nuevo. En realidad, sólo quería tocar, simplemente tocar. Y mucho.
La gira que lo traería a Latinoamérica por primera vez en su carrera (salvo ese histórico concierto en Brasil, ante 180 mil personas) se llamaba New World Tour, con la que McCartney se decidió a explorar muchas de las partes que le faltaban por conocer del mundo. La New World Tour llenó estadios por todas partes, mantuvo un apretado itinerario, e incluso se permitió sacar un disco en vivo en medio de la misma, el “Paul Is Live”, apurado registro en vivo, cuya mayor «gracia» es tener una de las portadas más divertidas de los 90: Paul riéndose de sí mismo, y particularmente del rumor sobre su muerte en 1969, parodiando la portada del histórico “Abbey Road”, el canto de cisne de The Beatles.
McCartney programó una sesión de prensa para Latinoamérica, la primera posibilidad en que periodistas de nuestras tierras podían entrevistarlo para un canal de TV, una radio y un periódico. Toda esta cobertura, como antesala para su concierto en nuestro país, programado para el Jueves 16 de diciembre, a las 21 hrs, en el Estadio Nacional.
Sin embargo, no todo anduvo bien. Probablemente por la fecha (justo una semana antes de Navidad), la venta de entradas anduvo lenta. Alarmantemente lenta. Tanto así, que la productora tuvo que empezar a distribuir entradas para cancha en promoción: tres tapas de cerveza + 5 mil pesos, bastaban para tener un cassette del “Paul Is Live” y una entrada a cancha. Las estaban regalando.
Después de hacer 3 River a tablero vuelto, Paul McCartney llegó a Chile. Y recibió de inmediato un reconocimiento oficial del gobierno, en una ceremonia improvisada: el entonces Ministro de Educación, Jorge Arrate, le entregó la «Orden De Mérito» por «servicios a la música, la paz, y el entendimiento humano». Un emocionado Paul agradeció en un fluido español. «Disculpen. Hablo pocas palabras en español, pero quiero agradecer a Chile por este reconocimiento», declaró en esa ocasión.
Esa misma tarde, se corrieron muchos rumores de que, por la lenta concurrencia (que ya hacía prever que sería escasa) McCartney no se presentaría. Sin embargo, Paul mismo desmintió esos rumores en un despacho en directo para Radio Rock & Pop, casi a las 8 de la tarde, audio que puedes escuchar a continuación…
Finalmente, llegaron 50 mil personas al Estadio Nacional para presenciar un concierto histórico que no partiría a las 21 hrs, como estaba anunciado, sino que a las 21:50 aprox, para que la gente alcanzara a llegar.
Pasadas las 22:00, las 3 pantallas mostraron un enorme «NOW», indicando la irrupción de McCartney sobre el escenario. Justo a casi dos meses del multitudinario y pirotécnico show que dio Michael Jackson dio en el mismo lugar, McCartney sólo se valió de su impronta de leyenda viviente y su repertorio, ampliamente cargado al período de The Beatles, para cautivar a la audiencia. Y, por lo que visto en las imágenes que mostraron días después en la televisión, no defraudó.
McCartney y su banda de acompañamiento (que incluía, aparte de su esposa Linda, a Hamish Stewart, Robbie McIntosh, Blair Cunningham y Paul Wikens) tocaron un set de 32 canciones por casi 3 horas de show. Desde “Drive My Car” hasta “My Love”, pasando por “Lady Madonna”, la nueva de entonces “Hope Of Deliverance” y cerrando con la habitual “Hey Jude”.
Al día siguiente, McCartney se fue. «¿Qué harás ahora?», le preguntaron. «¡Dormir!», respondió cortésmente Paul. La verdad, descansó sólo unos días. A comienzos del 94, se juntaría con George y Ringo para trabajar junto a Jeff Lynne unas cintas de John.
¿Fuiste al primer show de Paul McCartney en la cancha del Estadio Nacional?