Vaya que estamos conectados…
La página oficial de WhatsApp acaba de confirmar que alcanzó el número de 400 millones de afiliados a su red de mensajería. O sea, cada mes, la friolera de 400 millones de seres humanos se conectan activamente para enviar alguna idea, algún mensaje, algún pensamiento a través de su red de mensajería… Y el crecimiento de WhatsApp es exponencial, ya que, al menos 100 millones de ellos reunidos sólo en los últimos 4 meses.
WhatsApp es sólo un ejemplo de la red de comunicación del mundo de hoy, donde Twitter cuenta con 218 millones de usuarios activos; Instagram suma 150 millones de afiliados y finalmente Facebook, que lidera todos los sistemas con más de 1.200 millones de usuarios.
WhatsApp, Twitter, Facebook. Son nombres de plazas públicas que podrían ser núcleos de cultura, información y entendimiento. Un potencial que, sin embargo, suele caer en las redes de la intolerancia y del trolleo. Las redes sociales han cambiado convivencias sociales, han revolucionado los sistemas políticos; las redes sociales ostentan un poder que aún no se entiende, que aún no se cuantifica, con el cual aprendemos recién a vivir. Un poder que necesita ser manejado con responsabilidad y que, alguna vez, será parte de la educación cívica de los colegios…