Por Carlos Costas
Cuando en 1992 Luis Alberto Spinetta dio ese concierto en el teatro California que con el correr de los años se transformó en leyenda, yo estaba por cumplir los 20. Había visto el debut de Kreator en el estadio Chile y mi mundo aún giraba en torno al rock pesado, principalmente el thrash y el heavy metal. Por esa época me interesé en Soundgarden (alucinaba con la pasada de “Hands all Over” y “Gun” en el Louder Than Love), tenía la noción de que existía Nirvana y el primer disco de Mr. Bungle me había dejado pelando cables.
Sí, debo reconocer que a fines de los 80 ya me estaba pareciendo tedioso buscar la trigésima novena versión de las bandas que eran finalmente las me gustaban y me importaban: Slayer, Exodus, Metallica, Dorso, Mercyful Fate, Testament, Candlemass, Anthrax, Dark Angel, Kreator, Destruction, Overkill, Sepultura, Megadeth, Death Angel, además de cosas más clásicas como Iron Maiden, Judas Priest, Led Zeppelin, Motörhead y Van Halen.
Ni siquiera me enteré que había venido Spinetta. Ya estaba escuchando otras cosas como Rush, Peter Gabriel, U2, Pink Floyd, King Crimson, The Mission, Jethro Tull, Simple Minds y Pixies que me mostraron que había un mundo más allá de las fronteras de la chacalidad, pero hablando con franqueza a Spinetta no lo conocía ni en pelea de perro.
Con ese concierto en el teatro de Irarrázaval, Radio Futuro celebró su tercer aniversario y aunque yo era auditor de la 88.9 -siendo muy honesto- de aquella programación con suerte identificaba a algunos venerables clásicos del rock progresivo que alternaban en una parilla que también incluía jazz fusión, electrónica, new age, pop y rock alternativo, además de música vanguardia. Nunca supe con exactitud a qué se referían con lo de la vanguardia, pero la suerte estuvo de mi lado porque poco tiempo después un amigo me prestó un cassette con su selección de canciones favoritas de Luis Alberto Spinetta, en sus distintas épocas y formaciones. Conservo esa cinta como un tesoro y si este texto llega a los ojos de Pablo Vergara, gran pianista chileno de jazz radicado en Nueva York, que sepa que algún día se la devolveré.
Hoy Luis Alberto Spinetta habría llegado a la edad que sus adorados Beatles proyectaron en una canción del Sargento Pimienta. Hoy el eterno Flaco Spinetta habría cumplido 64 años. Si alguien de los que está leyendo estas palabras descubre un toque de belleza y verdad en alguna de estas canciones, todo esto ya tuvo sentido. Como ese viejo cassette que un día cayó en mis manos…
Hice esta lista de memoria con las primeras canciones que se vinieron a mi cabeza, a las orejas, o quizás al alma (si es que existe). Disculpen por no poner “Muchacha…” y “Bajan”, dos obras maestras muy conocidas por todos. Grande Spinetta. Tus canciones vivirán por siempre.
01 Cantata de puentes amarillos (Pescado Rabioso)
02 Como el viento voy a ver (Pescado Rabioso)
03 Barro tal vez (Luis Alberto Spinetta)
04 Figuración (Almendra)
05 Tema de Pototo (Almendra)
06 Rutas argentinas (Almendra)
07 Resumen porteño (Spinetta Jade)
08 Cementerio club (Pescado Rabioso)
09 Blues de Cris (Pescado Rabioso)
10 El anillo del capitán Beto (Invisible)
11 Ana no duerme (Almendra)
12 Durazno sangrando (Invisible)
13 Que ves el cielo (versión en vivo Exactas)
14 Me gusta ese tajo (Pescado Rabioso)
15 La Montaña (versión MTV Estrelicia)
16 Cheques (Spinetta y Los Socios del Desierto)
17 Moviola (Spinetta Jade)
18 La Herida de Paris (Spinetta Jade)
19 Kamikaze (Luis Alberto Spinetta)
20 Seguir viviendo sin tu amor (Luis Alberto Spinetta)