Es la ley que está haciendo falta… y es aquella que regula la práctica del Lobby y que esta tarde se discute en el Senado.
La norma pretende darle claridad a una relación más bien oscura que se desarrolla hace décadas entre el poder político y el poder financiero. Entre los parlamentarios y el empresariado o personas que representan intereses de privados.
Necesitamos saber cómo ciudadanos, con quiénes se están reuniendo nuestros representantes en el Ejecutivo o en el Legislativo. Saber sus nombres, conocer sus conclusiones. Necesitamos saber quién financia campañas políticas, a quién financian y por qué se les financia.
Es la única manera que tenemos los ciudadanos de saber si nuestros políticos representan al pueblo que los eligió o a los intereses que los ayudaron en la conquista de un sillón presidencial o de su escaño parlamentario…