Escucha el programa a continuación…
BLOQUE 1
Bienvenidos queridos freaks, desclasados y descastados, adolescentes de todas las edades. Han llegado a un santuario: dos horas de sanidad en un creciente mundo insano. Mientras afuera se ahogan en la polución de la mediocridad, aquí los abastecemos de un océano de grandeza. Se ahogan en un mar de confusión? Aquí los aprovisionamos de claridad total. Mucha ansiedad, falta de energía? Tenemos la cura para todo eso. A pesar que alguna vez fuimos animales libres y que ahora estamos condenados a vivir semi escondidos, undeground y puestos en jaulas. Soy Little Steven, el guardián del zoológico, o más bien el tipo que limpia las jaulas dos horas. Nuestras historias vienen repletas de personajes interesantes, historias de tensión sexual juvenil, que se expresan en instrumentos de madera y metal, mientras los narradores bailan como si sus vidas dependieran de ello, dejándose llevar por ritmos salvajes, por el beat primitivo, sacudiendo las bases de la sociedad, desafiando las inhibiciones, dando se cuenta que no hay limitaciones salvo las que uno decide aceptar. Ellos vivían en otro tiempo, pero ya no más. Ahora viven en el tuyo, en tu ciudad, en tu cuadra, en tu hogar. Llegaron de otra galaxia muy, muy lejana. Un lugar llamado rock and roll.
Psychotic Reaction (Count 5)
Till The End Of The Day (The Kinks)
Shame On Me (The Cocktail Slippers)
Secret Agent Man (Johnny Rivers)
Go All The Way (The Rasperries)
Era Psychotic Reaction, de los Count 5, una canción ideal para quienes entran a la escuela o al trabajo o tienen sexo por primera vez con alguien, jaja. Till The End Of The Day, de los Kinks, contenido en su álbum Kinks Kontroversy, escrita por el gran Ray Davies y producida por Shel Talmy. Shame On Me, de los Cocktail Slippers, que la semana pasada fue la canción cool del programa. Después, Secret Agent Man, de Johnny Rivers, la banda de la casa en el Whiskey A-Go-Go, el lugar donde Elmer Valentine inventó las Go Go Girls, y cerramos con el mejor power pop de The Rapsberries: Go All The Way, con la voz de Eric Carmen. Qué tremendo sonido y sección de ritmos. Ya volvemos con más…
BLOQUE 2
Y bueno, el otro día estaba viendo una película llamada The Idolmaker, y es una gran película salvo por un final que ya medio nauseabundo hace 20 años, y todavía lo es. EN esta, Ray Sharley interpreta a Robert marcucci,. El manager que descubrió a Frankie Avalon y Fabian, entre los pioneros del rock (que se desmorobana) y la llegada de los Beatles. UN par de años en el que ocurrieron cosas muy interesantes durante ese extraño período. Jeff Barry produjo las canciones del filme, notables como puedes esperar en un filme. Barry era conocido por su trabajo con su esposa –Ellie Greenwich- y el productor Phil Spector. Fueron ellos quienes descubrieron y crearon el sonido de los Girls Groups de principios de los 60: De Doo Ron Ron y The He kissed me, de The Crystals; Be my baby, baby I love you, de The Ronettes, y Leader of the Pack y Walking in the sand, de The Shangri-La’s. En fin, la película es cool y es un buen retrato de aquella era post Elvis, antes que los Beatles cambiasen todo. Es un gran filme musical. Véanla cuando puedan. Escuchemos a Darlene Love cantando el tema principal…
Ooo-Wee-Baby (Darlene Love)
Luckiest Man (King Khan & the Shrines)
Baby That’s Me (The Cake)
I’m Free (The Rolling Stones)
Flower Punk (The Mothers Of Invention)
Qué tal, soy Taylor Hackford, el director de The Idolmaker y estás escuchando a Little Steven en el Underground Garage, un show que tocan grandes canciones pero que es aún más cool para mí, ya que redescubrió The Idolmaker, mi primer filme, acerca de un cazatalentos que recluta cantantes para convertirlos en ídolos juveniles, a fines de los años 50. Nos fue muy bien con las críticas, pero muy poca gente la vio. Aún así me es un filme y un proyecto muy querido, un musical con canciones originales, escritas por Jeff Barry. El hecho de que Little Steven conozca el soundtrack me llena de orgullo. Creo que capturamos algo m muy especial en esos días.
Baby (Pete Gallagher)
Partimos con la canción que gatilla el comienzo de The Idolmaker: Ooo-Wee-Baby, de Darlene Love, escrita por el genial Jeff Barry, quien además coordinó la banda sonora y otras cosas en el filme. Tocaremos un poco más de este soundtrack en los días que vienen. Luego llegaban Luckiest Man, de King Khan & the Shrines, protagonistas de nuestros álbumes más cool del año pasado. No nos cansamos de escucharlos. Y esta fue algo difícil de encontrar: Baby That’s Me, por el trío femenino The Cake, una canción escrita por Jack Nitzsche y Jackie DeShaan, nombres notables por venir de Nueva Orléans y usar en la grabación gente de su tierra, incluyendo algunos que más tarde tocaron para Buffalo Springfield y Sonny & Cher. Mick Jagger, Keith Richards, Bill Wyman, Charlie Watts y Brian Jones… I’m Free, de los Rolling Stones, de su album December’s Children, que nunca existió en Inglaterra… Después sonaba Flower Punk, el pequeño tributo a Hey Joe, de los Mothers Of Invention, en el disco We’re only in it for the Money (solo estamos aquí por el dinero). Ni un asomo de cinismo en la declaración y en la cabeza y el cuerpo de su fundador, Frank Zappa, jeje. Cerramos con otra canción de The Idolmaker: Baby, en versión de Pete Gallagher que interpretaba en el filme al personaje de Cesare… Tommy Dee, el otro protagonista, en cambio, usaba la voz de Jesse Frederick, quien acabaría por convertirse en compositor de una buena cantidad de temas para series de TV. Cool.
BLOQUE 3
Nuestro freak de la semana es Alan Peter Kuperschmidt, pero pueden llamarlo Al, Al Kooper. Nacido el 5 de febrero, de 1944, en Brooklyn, a los 14 años era guitarrista con The Royal Teens, quienes tuvieron un hit con Short Shorts, en 1958. En fin, no era Roll over Beethoven, pero unos cuantos años después co-escribió This diamond ring, una canción que pretendía ofrecerle a Ben E. King, pero que acabaron versionando Gary Lewis and the Playboys. La canción quedó bien, aunque por alguna razón, hasta hoy Al se siente avergonzado al respecto.
A los 21, su amigo Tom Wilson le dijo que podía darse una vuelta por una sesión que estaba produciendo para Bob Dylan. Al había estado haciendo algunos trabajos como guitarrista de sesión, así que fue con la esperanza de tocar en ella, gatillando una de las grandes historias del rock. Una que se ha contado muchas veces, pero a la que volvemos hoy: cuando estaba sacando la guitarra de su estuche, entraron Bob Dylan y Mike Bloomfield, sacudiéndose la lluvia como quien viene saliendo de un huracán. Por esos días, Bloomfield era parte de la Paul Butterfield Band, aunque nadie lo conocía demasiado; el tipo no era muy formal y entró al estudio con la guitarra en la espalda, sin estuche, todavía goteando; la secó con una toalla y comenzó a tocar, precalentando…
Llevaba tres vueltas de la canción cuando Kooper se dio cuenta que no tocaría guitarra en esa sesión, así que la guardó, entró al estudio, y después de escuchar una toma va y le dice a Tom Wilson: “sabes?, se me ocurrió algo para una parte de órgano”. “Pero Al, tú no tocas órgano”, le contestó Wilson. “Olvídalo”. Y justo en ese momento el destino le da una mano a Kooper. Llaman a Wilson por teléfono, él va y Al se mete en el estudio y se sienta en el órgano, que por suerte todavía estaba prendido, ya que Dylan había cambiado a Paul Griffin al piano –el Hammond B3 tiene un truco para encenderse, habría sido para Kooper prenderlo por sí solo-, y fue así que le dieron unas cuantas vueltas a la canción y cuando Wilson volvió, Dylan le dice: “he, me puedes subir la parte del órgano, no puedo oírla”. “Lo siento, Bob pero el tipo que está sentado al lado tuyo no sabe tocar”. Y Dylan: “No me digas tú quien es un organista y quién no”. Asi´que Wilson lo sube y de pronto se escucha el riff que inicia y sostiene toda la estructura de Like a Rolling Stone.
La leyenda de Al Kooper había comenzado: unas cuantas semanas más tarde tocaría con Dylan en su legendario concierto del Festival de Newport. Más tarde formaría el Blues Project, luego Blood Sweat & Tears. Tocaría con los Rolling Stnes en la intro de órgano y corno francés de You can’t always get what you want, se convertiría en descubridor y luego productor de los primeros tres discos de Lynyrd Skynyrd, y más tarde escribiría infames memorias, dignas de un gigante del rock. Y podríamos seguir… Es nuestro freak de la semana: Al Kooper.
It Takes A Lot To Laugh (It Takes A Train To Cry) (Bloomfield, Stills, & Kooper)
Highway 61 Revisited (Bob Dylan)
No Time Like The Right Time (The Blues Project)
Jackie Kennedy (Ingrid Olava)
This Diamond Ring (Gary Lewis & the Playboys)
Partimos con un track de las Supersessions, un disco donde Kooper comparte canciones con Mike Bloomfield y Stephen Stells. Este, en particular, es un tema con Stills: el cover de Dylan, It Takes A Lot To Laugh (It Takes A Train To Cry), una canción del álbum Highway 61 Revisited, del cual incluimos la canción que le da título. Por una razón misteriosa, y que nunca se ha aclarado, Tom Wilson fue reemplazado –se fue o lo despidieron- después de grabar Like a Rolling Stone, y tomó su lugar Bob Johnston, quien también sería el ingeniero del disco siguiente, Blonde on Blonde, en uno de los dobletes más increíbles de la historia del rock. No Time Like The Right Time fue el primer single del Blues Project, co producido por Tom Wilson, y con el guitarrista Danny Kalb en el rol protagonista. Luego, Jackie Kennedy, de la noruega Ingrid Olava, contenido en su álbum Sumer House. Cerramos con This Diamond Ring, de Gary Lewis & the Playboys. Notable canción, no me imagino por qué a AL no le gusta. Leon Russell figura a cargo de los teclados.
Felices 70 años, Al! Ya volvemos con la canción más cool de la semana.
BLOQUE 4
Nuestra canción cool de la semana llega de un lugar muy misterioso. Desde los bosques salvajes de Irlanda esto es The War To Fight For Love, con BP Fallon and the Bandits.
The War To Fight For Love (BP Fallon and the Bandits)
Mr. Spaceman (The Byrds)
On My Way To Work (Paul McCartney)
Don’t Say Nothing Bad About My Baby (The Cookies)
Rack My Mind (The Yardbirds)
Partimos con la canción más cool de la semana: The War To Fight For Love, con BP Fallon and the Bandits… BP es una leyenda del pop, fue el publicista de T. Rex, Thin Lizzy y Led Zeppelin, tocó el bajo en Instant Karma! y entrevistó a John y Yoko durante su “bed-in”, en Amsterdam. Él escribió la canción y la produjo con su banda, una muy interesante por lo demás. Luego Mr. Spaceman, el tributo que The Byrds le hizo a los Beatles, un gran track del álbum Fifth Dimension. Más tarde, On My Way To Work, de Paul McCartney, y producido por Giles Martin. Don’t Say Nothing Bad About My Baby, por The Cookies. Gerry Goffin y Carole King la escribieron, y probablemente la produjeron. Un clásico de la primera era de los Girls Groups y raíz del rock garage. Y cerrábamos con un track de Roger the Engineer –también editado con el título Over under sideways down-, Rack My Mind, de los Yardbirds, una de las primeras copias de los clásicos rhythm and blues que tan bien copiaron, jeje. Un track producido por Paul Samwell Smith y Simon Napier Bell, quien por la época estaba haciendo la transición desde bajista a productor. Napier Bell es uno de los grandes personajes de la historia del rock. Deberíamos dedicarle un programa completo, un día. Editó tres libros de memorias que vale la pena leer, increíblemente divertidos. No se vayan, ya regresamos.
BLOQUE 5
Una de las primeras historias de éxito de Motown fue una chica llamada Mary Wells. Fue alguien tan heroico como brillante. Tuvo una niñez insólitamente difícil –en algún momento estuvo ciega, sorda y paralítica- y tuvo un trágico final: enfermó de cáncer sin seguro médico y murió en la pobreza total; pero en medio hizo algunas de las mejores grabaciones de todos los tiempos. Los fanáticos más viejos de la era Motown la recordarán por sus colaboraciones con el gran Smokey Robinson: He beat me to the punch, Two lovers, My guy, todos con el toque delicado que en el fondo Robinson usaba en sus propias canciones. Pero lo que tal vez no saben es que ella tuvo un pasado R&B, muy distinto a lo que haría después. De hecho logró tres hits seguidos, partiendo por la gran canción de su vida -una que llevó a la oficina de Berry Gordy, con la esperanza de que la cantara Jackie Wilson. Robert Bateman, el asistente de Gordy le pasó el demo a su jefe, y éste le dijo a Mary: hey olvídate de Jackie, esta la grabas tú. Y aquí está, grabada en 1960, un top ten en el ranking R&B, y número 45 del ranking Billboard (todo un logro esos días): Mary Wells como nunca la escuchaste. Bye Bye Baby.
Bye Bye Baby (Mary Wells)
Things To Learn (Ricky Byrd)
Look On Yonder Wall (Elmore James)
When I Get Home (The Beatles)
It’s Gonna Be Alright (Ramones)
Iniciamos el bloque con, a mi gusto, uno de los grandes singles de la historia: Bye Bye Baby, de una Mary Wells que nos sorprende en una faceta distinta al pop marcaría el resto de sus discos en Motown. Ella lo escribió y Berry Gordy y Richard Bateman produjeron. Le agradezco a Genya Ravan, por mostrarme la canción. Luego vino Things To Learn, de nuestro amigo Ricky Byrd, una canción de su primer álbum solista, llamado Lifer. Elmore James, quien alcanzó a grabar para unos veinte sellos… al mismo tiempo, jeje. Look On Yonder Wall, creo que la registró para el sello Fire, en 1961… Elmore, una de las grandes voces en la historia del blues y en realidad de cualquier género. Después, When I get home, uno de los cinco outtakes que conocemos de las sesiones de A hard day’s night, de The Beatles… Cualquier banda podría hacer una carrera entera sobre la base de esos descartes. Muy cool, 1964. Y para el final, It’s Gonna Be Alright, que los Ramones grabaron para Mondo Bizarro. El tema fue escrito junto a legendario Andy Shernoff, líder de The Dictators y ahora en Masterplan. Joey, Johnny, CJ, y Marky Ramone, y producida por Ed Stasium.