Esta es una de las discusiones interesantes que daremos como sociedad… Y es determinar el punto que separa a la discriminación con la libertad de expresión…
El tema está en el tapete luego de que la Corte de Apelaciones de Santiago declarara admisible el recurso de protección presentado por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) junto a una familia homoparental, en contra de los parlamentarios de la UDI Víctor Pérez, María Angélica Cristi y la senadora electa Jacqueline Van Rysselberghe.
Los miembros de la UDI habían expresado su rechazo al matrimonio homosexual en duros términos. Van Rysselberghe, por ejemplo, cuestionó en La Tercera, «qué culpa tiene un niño de que lo adopte una pareja homosexual. A pesar de que no pueda sufrir ningún menoscabo en su calidad de vida, sí va a sufrir el peso de la discriminación”, señaló.
Y al saber de la resolución del Tribunal de Alzada capitalino, la propia Van Rysselberghe señaló que la acción judicial es, «un amedrentamiento para todos los parlamentarios que no piensan como ellos”. ¿Discriminación? ¿Derecho a pensar distinto? Con este caso, la justicia debe poner un eslabón en la construcción de una sociedad que, esperamos, tenga espacios y ventanas muy abiertas. Para que entre mucha luz y claridad…