Editorial de Freddy Stock, viernes 28 de marzo.
Curiosa la inserción del Mayflower School…
En toda una página de El Mercurio, la señora Gilda Tonini Burgueño, Fundadora de The Mayflower School, le da la bienvenida sus nuevos alumnos provenientes del Colegio Apoquindo. Como bien explica la señora Tonini en la inserción, su institución compró los terrenos e infraestructura del Apoquindo, «finalizando», dice, «una búsqueda que iniciamos en 2009 para ampliar nuestras instalaciones y dar cabida a una comunidad en continuo crecimiento»… Así se explica la compra de una empresa educacional por otra…
Pero la señora Tonini tiene una buena noticia para la atribulada comunidad del Apoquindo: que serán bienvenidos y -señala- «podrán ingresar bajo condiciones excepcionales, esto es: sin pago de cuota de incorporación ni pruebas de selección»… O sea, toda una oferta de liquidadción de temporada.
Pero los apoderados del Apoquindo están desconsolados, se sienten «desamparados por el Estado». El vicepresidente del Centro de Padres, Gabriel Rinon, lo pidió claramente: «Queremos que el Ministerio de Educación tome cartas en el asunto e intervenga en este proceso, eso lo estamos pidiendo a gritos para que regule y ampare esto”.
El Colegio Apoquindo, perteneciente a la elite chilena y que se autodefine en su perfil de twitter como «Colegio católico, apostólico Romano, inspirado en lo valórico y espiritual por los Santos Evangelios y por las enseñanzas de la Santa Sede», se siente a la vera del camino, lejos de la mano de Dios… y del Estado. Por un momento, están sacudidos por la realidad que los une a los niños y jóvenes pobres de Chile: cuando la educación se entiende como mercancía, como un simple «bien de consumo»…