Rickey Goodrich, un viejo miembro del management de Pearl Jam fue sentenciado a pasar 14 meses en la cárcel luego de robar cerca de 400 mil dólares a la banda durante un período de 4 años.
La agrupación comenzó a sospechar hasta que el 2010 contrató a un investigador que dio con el desfalco de Goodrich, quien desviaba ese dinero a su cuenta personal gracias a su cargo como jefe financiero de Curtis Management, la compañía que manejaba los ingresos del quinteto.
Con ese dinero, el ex encargado de finanzas pagó deudas personales, la tarjeta de crédito de su esposa, tratamientos en spas, vacaciones familiares, seguros de vida y costosos vinos de California.