Esta olla recién se destapa… Y lo hace el sitio de investigación periodística, CIPER, quien denuncia un gasto sin control de asesorías parlamentarias que, en dos años, alcanzaron los 6 mil millones de pesos.
Según Ciper, el sitio revisó 1.613 contratos de asesorías externas pagados por los diputados en 2012 y 2013, así como los mecanismos de fiscalización para garantizar que esos miles de millones se gastan en mejorar la labor legislativa, mecanismos que -dice el sitio- son precarios. Ciper determinó que los mayores montos se los llevan sociedades comerciales y personas naturales que, en ocasiones, justifican esos desembolsos entregando informes de una página. Y que nadie en la Cámara revisa si esas asesorías pagadas por todos los chilenos sirven de algo o, incluso, si se hicieron.
Es una muestra de la escasa transparencia que existe en el Parlamento chileno y que se suma a las otras platas que pagan campañas y que tampoco se conocen… Un tema preocupante en el ejercicio de nuestra democracia, ya que, precisamente, la función clave de la Cámara de Diputados es -vaya paradoja- la fiscalizar.