MALDITO ROCK AND ROLL

“Los thrashers eran una manifestación cultural”

Equipo Futuro |

Entrevista a Anton Reisenegger en Clarín.

Ad portas del debut de Pentagram en Buenos Aires, el suplemento Sí del diario Clarín publica una entrevista a nuestro compañero Anton Reisenegger. El concierto de su banda en la capital trasandina será el próximo domingo en Asbury Club y en esta entrevista profundiza en su carrera musical, explica las razones del regreso de Pentagram, reconoce que se siente un sobreviviente y también habla del respeto que existe en Europa para músicos de sus características.

Por Pablo Raimondi (CLARIN)

En Argentina, V8 fue la banda que puso la piedra fundamental del heavy metal en el país. Desde Brasil, Sepultura exportó la música pesada sudamericana hacia Europa y los Estados Unidos. Mientras tanto, en Chile, un hombre hacía germinar la semilla extrema con Pentagram y su fanzine Blowing Thrash, que en 1986 lo llevó a cartearse con gran parte de la escena metalera mundial de aquel entonces.

Esa persona es Anton Reisenegger, que llega por segunda vez para thrashear en el país. Primero lo hizo con Criminal, el 21 de noviembre de 1998, cuando tocó junto a Exodus y Horcas en Cemento. Y su grupo, lamentablemente, pasó bastante desapercibido. Quizás muchos desconocían el caracter de culto del rubio cantante y guitarrista trasandino. Pero este domingo 13 de abril, el chileno saldará una deuda histórica con los fanáticos de los sonidos extremos: Pentagram Chile llega a Argentina, desde las 22 horas en Asbury Rock (Av. Rivadavia 7525). ¿Los grupos teloneros? Desde las 19 se presentarán Carneross, Prion, Metalepsia y Motorfighter (Paraguay).

Al teléfono durante 50 minutos con el Sí!, Anton atiende desde San Sebastian, España, y nos cuenta acerca de la creación de The Malefice, el primer larga duración de Pentagram Chile. Este grupo que hoy se completa con el guitarrista fundador Juan Pablo Uribe y el baterista Juan Pablo Donoso (en reemplazo del original Eduardo «Topo» Topelberg) grabó solo dos demos en 1987 de tres temas cada uno. Esas canciones, hoy fueron reeditadas para uno de los dos cd´s que componen el nuevo álbum. Parafraseando el título del disco, ¿existió algún maleficio por el cual el LP de Pentagram Chile llegó luego de 28 años de la formación del grupo? «Podría ser, es un titulo que dice mucho, a nivel musical esa canción fue lo mejor que llegamos a hacer en los años ´80, me daba una buena vibra ese nombre», contesta Reisenegger.

A diferencia de lo que se cree por ahí, la gente que se interiorizó en las líricas de la banda en los ´80, se darán cuenta que no tienen un contenido satánico. «Sino que son oscuras, hablan de cosas muy negras. Al ser adolescentes, estábamos en la búsqueda, del ocultismo, de un estado de conciencia distinto. Pero hoy en día, con el paso de los años, me defino como ateo, no creo en ninguna divinidad, la ciencia ya ha superado con creces la imaginación y la fantasia para que la gente se siga inventando religiones y cosas. Por eso el tema Death of Satan, la muerte de Satán es a su vez la muerte de Dios. No puede existir el uno sin el otro».

Una de las razones por las cuales Pentagram tuvo corta vida (menos de tres años) fue -aunque suene increible- los propios fans de la banda. Varios de sus seguidores los escupían mientras el grupo tocaba en vivo, pero no como señal de desagrado sino de una extraña aprobación, siguiendo la mística del punk rock. «Era una falta de respeto increible, tardó mucho tiempo en que el público se diera cuenta», recuerda Anton. Esto sumado a tener en contra a los policías, curas y sumarse «ciertos líos de faldas», contribuyó a que el clima en el grupo no fuera el mejor. «Además, al ser jóvenes no nos queríamos encasillar con algo como el death metal con reglas muy estrictas y cerradas. Eran pocas las bandas que se atrevían a experimentar con el género, como Celtic Frost. Muchos se metieron con el rock más clásico, el glam». Por todo ello, en 1988 Pentagram llegó a su fin.

Anton tardó tres años en volver, en serio, con Criminal, ya que hubo una experiencia efímera llamada Fallout con el que sólo se registraron dos demos. Luego de pasada una década al frente del grupo que grabó discos como Victimized (1994), Dead Soul (1997) y Cancer (2000), Reisenegger optó por irse a vivir a Europa. «Cansado del país, de la escena, de mi mismo (risas) decidí viajar. Sentía que necesitaba empezar de nuevo en un ambiente más enriquecedor». Ante esa «decisión final», él no sabía cuando iba a volver a Chile, Criminal estaba en una época de receso y pensó: «si lo hacemos, que sea ahora». Ese hecho era reformar Pentagram con su formación original (incluyendo un reemplazo para el fallecido bajista Alfredo «El Bey» Peña, quien se suicidó en 1990). Así vio la luz, el disco en vivo Pentagram Reborn 2001.

Luego de ese hito, Anton emigró a Londres. Allí empezó repartiendo volantes a la salida del metro, luego se postuló para un puesto en una cadena de disquerías (el fue propietario de Noise, en el Portal Lyon) y luego de dos años tuvo una oferta en Alemania para trabajar en el sello Metal Blade, cuyo jefe operativo en Europa era editor del fanzine Speed Attack, allá por los años ´80. Luego de cinco años de trabajo, la crisis europea que se avecinaba, sumado al nacimiento de su primer hija, le hizo tomar la decisión junto a su mujer de marcharse del país germano. Hacia otras costas. Y así llegó a San Sebastián.

Apenas arribó al país ibérico fue contactado por Shane Embury, el mítico bajista de Napalm Death quien buscaba reactivar el super grupo Lock Up que por ese entonces había sufrido la baja del guitarrista Jesse Pintado, quien falleció en agosto de 2006 por un coma diabético. «Yo sabía que Embury era fanático de Pentagram, es más nos conocimos cuando Criminal los teloneó en Chile. Me dijo que yo sabía hacer algunos buenos riffs, entonces contribuí para algunos temas del disco Necropolis Transparent (2011). Ahora estamos armando el siguiente álbum, tenemos unas diez canciones listas».

Reisenegger no olvida una de las mayores alegrías y orgullo que le dio la música. «Fue una experiencia trascendental que Napalm Death grabara una versión de Demoniac Possession de Pentagram (NdR: apareció en el EP Leaders Not Followers). Fue muy fuerte eso». Su participación en Lock Up llevó a Reisenegger a redescubrir su amor por el thrash primigenio, los sonidos extremos que ayudó a difundir en épocas difíciles. «En los camarines o furgonetas escuchábamos el disco Show No Mercy de Slayer, Darkness Descends de Dark Angel o Seven Churches de Possessed. Al armar los riffs para Lock Up me di cuenta que podía volver a hacer cosas súper pesadas. Esa fue la génesis de pensar que podría volver otra vez con Pentagram».

-La segunda reunión de Pentagram en 2009, ¿fue lo que te motivó finalmente a lanzar el disco debut?

-No, primero queríamos ver como funcionábamos en vivo, no tenía en la cabeza el tema del disco. Lo pasabamos bien juntos y ahí les mencioné la idea de hacer un álbum. Fuimos muy cuidadosos a la hora de componer. Si no nos hubiese convencido lo que estabamos haciendo, lo hubiésemos dejado como estaba, en la nada, tocando temas antiguos de vez en cuando. Pero cuando vimos como las canciones actuales tenían la misma atracción que las canciones viejas, decidimos darle para adelante con el nuevo trabajo.

-El disco tiene un sonido crudo, sin perder el vigor de antaño. Apostaste a algo que quizás suena más a los ’80, lejos de la «modernización» de Criminal. ¿Un riesgo o no querías hacer un Criminal B?

-Sin duda, cuando los fans se enteraban de este disco de Pentagram, muchos pensaban «va a ser Criminal pero con otro nombre», y yo puse especial énfasis en que no fuera así. En el fondo nos basamos en los demos que grabamos en 1987 y usando la tenología para sonar bien. Nada de gatillar la batería o esas triquiñuelas que se usan hoy en día.

-No perdieron la postura satanista como pasaba con temas como «Fatal Predictions» o «Demoniac Possesion». Sigue siendo un Pentagram oscuro…

-Por supuesto, es que tenía que ser así. Sin ser adorador del demonio yo tenía muy en claro que la temática de las letras debía seguir siendo oscura. Con Juan Pablo fuimos charlando y conociendo historias que fueran a la manera de Pentagram.

-Como el que da nombre a «La Fiura”, una figura mitológica de Chiloé, la hija del Trauco…

-Esa una historia muy oscura, qué mejor que buscar en tu propio país leyendas así para poder armar letras. Se podría haber hecho un disco conceptual con todas los mitos que hay en Chiloé. Juan Pablo me dio la idea de hablar sobre La Fiura, una mujer horrible que anda por los bosques y obliga a las personas a tener sexo con ella, pero no se la puede ver a los ojos porque quedás ciego. Sin dudas que iba a funcionar. El grito que se escucha en ese tema es el del cantante y bajista Marc Grewe de Morgoth. Tanto Marcel Schmier (Destruction, una de sus influencias favoritas) como Tomas «Tompa» Lindberg (At The Gates y voz de Lock Up), también colaboraron en el nuevo disco.

-Max Cavalera fue uno de tus grandes amigos de los ´80, ¿seguís en contacto con él? ¿piensan editar algo juntos?

-Cuando Sepultura fue a tocar a Chile en 1994, con la gira Chaos AD, Criminal los teloneó. También estuve con ellos cuando fueron para el tour de Roots en 1996. En 2012 tuve la oportunidad de tocar con Criminal en el Maquinaria Festival y allí se presentó Cavalera Conspiracy antes que nosotros. Fue un reencuentro breve con Max, me estreché la mano con él, pero como que estaba en otra onda. La relación se enfrió mucho a través del paso de los años.

-¿Qué pasó con el famoso LP de Pentagram que ibas a grabar en Brasil?

-En enero de 1987 viajé a Brasil invitado por Max e Igor Cavalera. Antes de ir a Belo Horizonte, donde ellos vivían, pasé por Río de Janeiro a visitar unas galerías de disquerías que también funcionaban como sellos musicales. Y uno de un sello escuchó un demo y quiso firmar un contrato de inmediato pero yo le dije que tenía que ir a Brasil a ver a la gente de Cogumelo Records. «Si volvés no hay contrato», me amenazó. Y como yo estaba muy caliente por grabar firmé. Al volver a Chile me quise poner en contacto con ese productor para la grabación…. pero nunca más supe nada de él.

-¿Cómo era formar parte de una escena under en plena era pinochetista? Imagino las razzias y problemas con «los pacos» y la policía….

-Esa era una constante, en ese tiempo nadie entendía de qué se trataba Pentagram, nos trataron de satánicos, de pandilleros, de drogadictos. En el fondo había mucho miedo y poca información. La gente que manejaba los medios de información masivos era bastante ignorante, no se tomaban la molestia de interiorizarse en todo esto. Solamente ponían un rótulo. Para mí, los thrashers eran una manifestación cultural importante, incluso una manifestación política aún siendo un movimiento diverso, apolítico. Hacer música y estar expresando rebeldía contra el status quo era, de por sí, un hecho político.

-Como creador del fanzine «Blowing Thrash», viste el nacimiento de un género y te codeaste con los referentes de la escena under mundial. ¿Te considerás un sobreviviente? ¿Existe el compañerismo de antes, ahora?

-Sí, creo que lo soy, porque en algún momento me senti tentado a dejar la música. Hay una cosa muy ingrata al final, no hay seguridad económica, un grupo no es «uno» sino cuatro, sino haría música electrónica (risas) para no entenderme con otra gente. Creo que sigue existiendo el compañerismo, una vez llegado a Europa volví a hablar con gente con la que me carteaba veinte años atrás. Sentía que allá la gente te respeta.

-Con sólo dos demos, tu grupo es uno de los más arraigados en la mente de la gente. ¿Qué creés que representa Pentagram al público?

-Aunque quede feo que yo lo diga, dentro de todas las bandas que existían en ese tiempo, Pentagram tenía una identidad muy especial, había algo que los separaba del resto. La mejor prueba fue la influencia que tuvo sobre los grupos europeos reconocidos que así lo admiten. El mismo hecho de que se haya truncado la carrera del grupo, creó un mito, una leyenda que hoy los chicos jovenes la conocen a través de YouTube. La distancia potenció el recuerdo con el tiempo.

-Además el novelista Patricio Jara sacó un libro sobre la historia de la banda…

-Sí, ya está a la venta en Chile. En el proceso de composición de esa obra, él entrevistó a Juan Pablo Uribe. Lo que iban a ser tres preguntas fueron tres horas de charla. Yo lo puse en contacto con gente con la que estábamos en contacto en los ´80. Aparte de ser un retrato de la banda, muestra lo que era Chile en esa época, el ambiente.

-¿Porqué se fue el Topo Topelberg del grupo?

Cuando nos reunimos en 2009 y tocaron en los grandes festivales europeos, la química entre los tres miembros originales estaba muy bien entre nosotros. Al momento de grabar las maquetas de los temas para el nuevo disco, el Topo venía de una recuperación de una operación. No había hecho la rehabilitación correspondiente, ni ejercicio físico. El tocaba pero ya no con el mismo esfuerzo. Para él, Pentagram ya no era una prioridad. Cuando fuimos a grabar los temas a Chile, el Topo no tenía los temas bien preparados, estaba improvisando y ya teníamos el estudio de grabación pago. No era lo que yo me esperaba. Volví a España muy deprimido, escuché varias veces la grabación, intentando decidir qué hacer y finalmente me di cuenta que eso no iba a ser el disco. Me escribí una serie de e-mails con él y, entre idas y vueltas, me dijo: «si no me quieren en la banda, yo me voy, no quiero molestar. Sigan ustedes con otro». Y fue lo que hicimos al final.

-Luego de casi 30 años se llaman Pentagram Chile, ¿pasó algo con los Pentagram originales de Estados Unidos?

-No alcanzamos a tener un problema. Cuando nos reunimos en 2009, en esa misma época, ellos también estaban dando vuelta por Europa y coincidimos en un mismo festival: dos Pentagram (risas). Compartimos el blackstage pero jamás se habló sobre el nombre del grupo. Lo que sucedía era que la gente se confundía: llegaba publico para vernos a nosotros y estaban ellos, o en la revista del Wacken Open Air (uno de los festivales en los que tocaron en 2009), pusieron una foto de ellos y la bio nuestra. Cambiar el nombre completamente, no era lo correcto, entonces decidimos poner Pentagram Chile. Y así evitamos cualquier problema legal futuro que se pudiera producir.

Revisa la publicación original acá.

PENTAGRAM ENCABEZA EL ESCENARIO APOCALYPTIC EN THE METAL FEST 2014
SABADO 26 DE ABRIL. 18.00 HORAS MOVISTAR ARENA

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