Escucha el programa a continuación…
BLOQUE 1
The Times They Are A Changin’ (The Byrds)
Solía poner la radio baja por las noches, para no despertar a nadie. Las ondas llegaban a su aparato desde lo profundo del sur, directo a este chico de 13 años, en Minnesotta. Escuchaba al DJ gatemouth paige, que alternaba country con blues y a partir del 54 a bandas como Bill Haley and his Comets, que combinaba esos estilos en algo Nuevo. Su padre le compró un piano, en el que el chico tocaba a veces sólo porque estaba ahí. Probó el trombón, el saxo, el clarinete y la trompeta, pero nada le gustó, así que eligió la guitarra. Cuando crecía adoptó como su héroe al Shakespeare campirano, Hank Williams, y a la voz más fuerte del rhythm and blues, Little Richard. Escribió en el anuario escolar de 1959 que su aspiración era unirse a la banda de Little Richard. Formó su primera banda a los catorce años y la llamó The Golden Chords, luego The Shadow Blasters, y después Elston Gunn and the RockBoppers. Sus compañeros de grupo se impresionaban por su facilidad a la hora de armar canciones. Tenía buen oído para eso. Rápido se separó de sus compañeros por su gusto por bluesmen negros y porque se lo tomaba todo tan en serio. Para los otros esto era un hobby, pero ya a los 15 había decidido que iba a hacer de la música su vida. La noche del jamboree escolar, en la tocata de su banda comenzó a aporrear el piano al estilo de Little Richard, con el jopo desarmado sobre su frente. Tan acelerado iban que el director del colegio desenchufó los parlantes para terminar con ese “griterío africano”. La pequeña comunidad de Hibbing no estaba acostumbrada a esas cosas: se reían de él, o les chocaba o les daba vergüenza. A veces las tres juntas. Su actitud en escena no era la opuesta a la timidez que mostrasba en la sala de clases; pero espués del jamboree todo eso cambió: ahora se reía solo, como si tuviera el secreto del universo en la mano, algo que nadie podía ver con la misma claridad que él. Se convirtió en un sarcástico, adoptando el sentido del humor del negro que desafiaba al blanco, porque sabía que vivía en un mundo de colores distintos. Le faltaban unos cuatro o cinco años para cambiarse el nombre y unos diez para cambiar el mundo. La venganza sería dulce, y el chico que un día sería conocido como Bob Dylan la esperaba con total paciencia.
Subterranean Homesick Blues (Bob Dylan)
My Back Pages (Ramones)
I’m A Hog For You Baby (The Strypes)
Groovy Little Suzy (Little Richard)
Can You Please Crawl Out Your Window? (Bob Dylan)
Hoy estamos de fiesta porque celebramos el cumpleaños de Bob Dylan –quien nació un 24 de mayo de 1971- y en cada bloque del programa incluiremos algunas de sus mejores canciones, en versiones originales y también unos cuantos covers. Y partíamos, cómo no, con The Times They Are A Changin’, en versión de The Byrds, la banda que lo dio a conocer al público pop con el single Mr. Tambourine Man, una de las grabaciones más importantes de los años 60. The Times They Are A Changin’ había aparecido en el tercer álbum de Bob, pero esta de los Byrds es una toma descartada y que más tarde apareció en el CD de Turn Turn Turn! Luego llegaba nuestro hombre con Subterranean Homesick Blues, un tema que fue como una revelación. Su primera grabación eléctrica editada en forma oficial. Despues, los Ramones con My Back Pages, con CJ a cargo de la voz. La original es del cuarto disco de Dylan, y los chicos la incluyeron en su colección de covers Acid Eaters, un álbum repleto de joyas. Luego uno de nuestros temas cool: I’m A Hog For You Baby, con los Strypes, versionando el clásico de The Coasters, escrito por Lieber & Stoller. Después, Groovy Little Suzy, con Little Richard explotando su lado más salvaje y cerrábamos con mi Dylan favorito: Can You Please Crawl Out Your Window? Fue el tercer single que sacó el año 65, e inexplicablemente se hundió. Lo grabó junto a The Hawks, que luego se convertirían en The Band, su grupo de apoyo. Cosas que pasan.
BLOQUE 2
Estamos de regreso en nuestra celebración del cumpleaños de Bob Dylan. Y si tuviéramos que escoger a un tipo de aporte trascendental a la historia del mundo, no sería Bob, ni tampoco Colón, Julio César, Martin Lutero, Confucio, Jesús o Mahoma. No. Yo elegiría a Al Aronowitz. Y esta es la razón: escribiendo para el Saturday Evening Post, Al rápido se dio cuenta que Dylan y el contenido y estructura de sus letras cambiaría la música para siempre. AL mismo tiempo, se había enamorado de la música de los Beatles. Sus letras no le importaban en absoluto, pero sentía que ese sonido era algo totalmente fresco. Así que ¿por qué no presentarlos entre sí? La primera vez que se lo sugirió a los Beatles, John Lennon se sintió intimidado. No quisieron. Aparte, Al les preguntó si fumaban marihuana y Lennon le dijo que no, que en Inglaterra los chicos le hacían al speed (las anfetaminas) y se emborrachaban. ¿Por qué creías eso? Porque en sus letras ustedes cantan “I get high, I get high, I get high”, contest Al. No, le dice John: en I want to hold your hand cantamos “I can’t hide, I can’t hide”. Ahhh. En fin, el tiempo pasó, y unos meses después, el 28 de agosto, de 1964, John llama a Aronowitz y le dice, ok, es tiempo de juntarse con Bob Dylan, ah y también trae un poco de hierba. De modo que Al, Bob y Víctor, el chofer de Bob llegan al Hotel Delmonico, pasando entre un enjambre de fans y de policías, se encuentran con mal Evans el asistente de los chicos y suben a sus habitaciones. Allí los recibe Derek Taylor, el agente de prensa de los Beatles, que al mismo tiempo entretiene a otra marea de policías, Peter Paul and Mary, al Kingston Trio, y otra gente que espera su audiencia con la banda (la que esta noche nunca ocurrirá). Evans los guía desde el caos y el griterío hacia el total silencio en las piezas de la banda. Al hace las presentaciones respectivas y piden el trago cool del momento: el vino más barato y aguado que en circulación. Brian Epstein, el manager de los Fab Four se disculpa: lo único que tenemos es champaña. Es OK, dice Dylan, no te preocupes, me voy a fumar unos pititos. Tengamos en cuenta que en este punto de su vida, Bob no es todavía el gran fan de los Beatles que llegaría a ser, así que toda la situación es muy extraña. Y bueno: Bob hace su joint y se lo pasa a Lennon. Este lo toma y le da una larga mirada… y se lo pasa a Ringo. Tú primero, le dice. Ringo es el probador oficial de todo, y en buena onda lo toma y le da una aspirada. Bob le dice: trata de aguantar el humo todo lo que puedas, pero Ringo no tiene idea de la tradición y cuando bota el humo no se lo pasa al compañero sino que se queda con el güiro, como si fuera un cigarrillo. Así que los otros hacen uno para cada uno, al estilo jamaicano y estaban en eso cuando Ringo se empieza a reír y a reír, sin razón aparente. Se les contagia a todos. Epstein les dice que hay que hallar una manera de “bajar a la tierra”, Paul decide que su cerebro nunca ha trabajado como realmente debería hasta ese momento y le dice a mal que anote en una libreta todo lo que se le va ocurriendo. Así fue como Dylan y los Beatles se hicieron amigos, y si agregas a esa amistad la de los Rolling Stones, entiendes como parte de la cultura moderna cambió para siempre. Y todo se lo debemos a Al Aronowitz.
I Feel Fine (The Beatles)
Holly (Nick Waterhouse)
From A Buick 6 (Gary U.S. Bonds)
Leopard Skin Pillbox Hat (Bob Dylan)
Al Aronowitz es un tipo que nos hacía sentir bien, lo extrañamos. Y a propósito de él y el día en que conocieron la marihuana, escuchábamos a los Beatles con I Feel Fine, la canción que recupera esa experiencia, su single número 11. Luego Holly, del gran Nick Waterhouse, quien la semana pasada debutó en nuestro ranking de temas cool. Luego From A Buick 6, un cover del pionero del rock Gary U.S. Bonds. Esta fue la canción que levantó su carrera allá por 1981. Una de los grandes voces de su era. Y todo cerraba con Leopard Skin Pillbox Hat, con Bob Dylan exhibiendo su mejor sentido del humor. Ya regresamos con el cumpleaños de Bob, en el Underground Garage.
BLOQUE 3
Para crear un renacimiento, muchas cosas tienen que producirse a la vez. En los tiempos antiguos, cuando las cosas sucedían más lento, una era duraba unos cien años; de este modo el renacimiento italiano se extendió desde mediados del siglo 14 hasta comienzos del 16. En la modernidad, una era suele durar una década o dos, porque la comunicación masiva tiende a acelerar bastante las cosas. Mi propuesta para el renacimiento de nuestro siglo va de 1951 a 1971. Desde Muddy Waters y Alan Freed hasta Exile on Main Street o Won’t get fooled again. Elijan ustedes. El primer renacimiento tuvo a gente como Gutenberg, Da Vinci, Colón, Martin Lutero, Galileo, Miguel Ángel, Rafael, Machiavello. Muchos tipos notables haciendo cosas increíbles, baby. Ahora, nuestro renacimiento combinó el despertar de la conciencia con los poetas beat, y la explosión tecnológica, la revolución de los medios masivos, las nuevas olas cinematográficas y en música, olvídense: Muddy Waters, por un lado fue el tipo que catalizó dos tendencias. La primera fue la crisis en el mundo de las big bands y vocalistas de blues, que ya no podían ser acompañados por grandes orquestas y enfrentaron el problema aumentando al máximo su poder expresivo. La segunda eran los cantantes de la provincia, que con tal de ser oídos en las ciudades enchufaron su guitarra de palo a un amplificador y se volvieron eléctricos. Muddy Waters se volvió el punto de contacto, sentando las bases de la banda de blues moderna, y que luego se convertiría en la banda de rock moderna apoyada por un grupo que se bautizó a sí mismo a partir de una de sus canciones. Alan Freed, por su lado, formó parte de los DJ difusores de esta música a un nivel masivo, dando a conocer a un público blanco a muchos intérpretes negros. Elvis Presley, Bill Black, Scotty Moore y Sam Phillips combinaron el blues con blue grass y música country creando el rock tal como hoy lo conocemos. Ellos junto a Chuck Berry, Bo Diddley, Fats Domino, Little Richard, Buddy Holly, Chuck Vincent, Eddie Cochran, Dion y unos cuantos inventarían el rock and roll. A ellos sumas la invasión británica y ya hay una gran cantidad de elementos dando vuelta. Pero no tienes un renacimiento. No sin Bob Dylan. El tomó la expresión personal, la metáfora, el simbolismo, una buena dosis de sarcasmo y humor y la combinó con poesía de elementos autobiográficos y biográficos, emanados directo desde el blues. Ese fue su trascendental aporte al rock. No importa si eres el más duro de los metaleros o el más amoroso de los poperos, si hay algo de personal en las letras de tus canciones, nunca lo habrías agregado sin Bob Dylan.
I Want You (Bob Dylan)
Absolutely Sweet Marie (Jason & the Scorchers)
Gotta Serve Somebody (Etta James)
He’s A Drag (The Dahlmanns)
The Mighty Quinn (Manfred Mann)
Comenzaba el set con mi segunda canción favorite de Bob Dylan: I Want You, contenida en mi álbum favorito del artista: Blonde on Blonde 8aunque highway 61 Revisited le pisa los talons). Luego llegaba otra canción de ese disco doble, Absolutely Sweet Marie, pero en versión de Jason & the Scorchers, grabada en Nashville por el legendario Jim Dickinson, allá por 1984. Más tarde Gotta Serve Somebody, por la gran Etta James (la versión original había sido grabada por bob y producida por Jerry Wexler). He’s A Drag, otro de nuestros temas cool por The Dahlmanns, no les pierdan la pista. Y al cierre The Mighty Quinn, un tema de las Basement Tapes que recogió Manfred Mann para convertirlo en un éxito a principios de los 70. Celebramos a Bob Dylan y ya regresamos con nuestra canción cool de la semana.
BLOQUE 4
Nuestra canción cool de la semana llega desde dos partes del Reino Unido: Canvey Island y Hammersmith, Londres. Recibimos en el Underground Garage a Wilco Johnson y Roger Daltrey.
Can You Please Crawl Out Your Window? (Roger Daltrey & Wilco Johnson)
If Not For You (George Harrison)
Don’t Hold Back (Mahalia Barnes & the Soul Mates)
This Is Your Sword (Bruce Springsteen)
Silvio (Bob Dylan)
Partíamos nuestro set con la canción más cool de la semana: Can You Please Crawl Out Your Window?, un cover de mi tema favorito de Dylan, en versión de Roger Daltrey & Wilco Johnson. Wilco fue integrante de Dr. Feelgood y Roger, el vocalista de los Who. El disco se llama Going Back Home y fue producido por Dave Eringa. Acompañan a Roger y Wilco, Norman Watt-Roy en bajo, Dylan Howe en batería, Mick Talbot en piano y órgano y Steve Weston en armónica. Muy buenos. Luego If Not For You, una canción de Bob que George Harrison grabó antes que él, en 1970, en su primer álbum Al, Things Must Past. Creo que bob la hizo en el 71, en New Morning o algo así. Ustedes tienen Google, así que busquen! Más tarde, y desde Sidney, Australia: Don’t Hold Back Mahalia Barnes & the Soul Mates y This Is Your Sword, del high Hopes, el nuevo disco de Bruce Springsteen. Por último, el tributo que Bob Dylan me hizo a mí: Silvio, de Los Sopranos. Jeje. Coescrita por Bob y Robert Hunter, una excepción en el catálogo de Dylan, que no ha compuesto muchas canciones con otros. Volvemos en un minuto.
BLOQUE 5
Así que Bob y su última banda –los Satin Tones, jeje- fueron una noche a ver a Buddy Holly y los Crickets, junto a Link Wray, en el Duluth National Armory. Era un 31 de enero de 1959, tres días antes que el avión de Buddy se estrellara. Y vaya cómo lo afectó, al chico. Poco después falló una audición como pianista para la banda de Bobby Vee, porque según él sólo podía tocar bien en la escala de Do. Y bueno, esta gente no podía pagarle a otro músico, tampoco. En algún momento entre estos dos eventos, Bob decide que el rock no es lo suyo. Pero es un cabeza dura: asiste por un tiempo a la Universidad de Minnesotta, y siempre buscando cosas interesantes, da con Leadbelly y se le abre todo un mundo de folk. Se lee Bound for Glory, la autobiografía de Woody Guthrie y comienza a usar el sujeta armónica afirmado en su cuello, cuando toca guitarra. Asiste a recitales de poesía de Kerouac, Ginsberg, Corso y Ferlenghetti. Y lo absorbe todo como una esponja. Junten su vocación por la autenticidad, su inmersión total en la tradición folk, bueno oído para el lenguaje, su gusto por la poesía beat y una buena antena política. Todo eso reunido en torno a un corazón de rock and roll y tienes a un tipo peligroso, o al menos uno que sabrá atraer la atención. Totalmente.
Midnight Shift (Buddy Holly & the Crickets)
All I Really Want To Do (Cher)
You Give Me (The Cocktail Slippers)
Baby Let Me Follow You Down (Bob Dylan & the Band)
All Along The Watchtower (Jimi Hendrix)
Partimos nuestro set con Midnight Shift, por Buddy Holly & the Crickets. Buddy no escribió el tema, sino el dúo de Jimmy Ainsworth y Earl Lee. Holly canta aquí junto a Grady Martin, original del Rock and Roll Trio, ja hablaremos un día es ellos. Abril de 1958… All I Really Want To Do, sonaba como Sonny & Cher, cierto?. Pero este es un tema solista de Cher, donde Sonny Bono aparece cantando por todas partes, jeje. Lo curioso es que salió el mismo mes, abril de 1965, que su gran éxito conjunto, I’ve got you, babe. Sonny & Cher usaban el mismo truco que Buddy: aparecer como solista en unos temas y luego como grupo, en otros. Poco antes The Byrds habían colocado su versión de All I really want to do. Sonny les roba la idea, y le va mejor aél que a la banda, jeje. Show business, baby. A Bobby no le interesaba, lo estaban versionando por todos lados. Luego uno de nuestros temas cool You Give Me, por The Cocktail Slippers. Bob Dylan es el tipo tras dos de los más legendarios discos piratas. Ya hablamos de las Basement Tapes. El otro, y el más famoso, es Live at the Royal Albert Hall… lo curioso es que de Albert Hall no tenía nada: las pistas fueron grabadas en el Manchester Free Trade Hall, en 1966, incluyendo la inmensa versión que escuchamos de Baby Let Me Follow You Down de Bob Dylan & the Band. Ah, e insólito: Dylan acredita al reverendo Gary Davis como autor de esta canción. La versión original de Gary Cole se llamaba Baby, let me lay i t on you, pero ambas canciones tienen la misma fuente. Cerramos nuestro homenaje a Dylan con una canción que está sobre tocada en el repertorio de las radio de rock, pero da lo mismo: es y será una de las grabaciones de todos los tiempos. All Along The Watchtower, por The Jimi Hendrix Experience. La canción había quedado oculta en el sub apreciado album John Wesley Harding, y que en esta versión es el mejor tributo posible al autor de esta canción. Feliz cumpleaños, Bob!