La Ley de Cuotas… Es uno de las ideas llamativas que tiene la reforma al sistema electoral propuesto por la Presidenta Bachelet. Con esta ley de cuotas se pretende asegurar una mayor presencia de mujeres en cargos de elección popular, al obligar a los partido a que, al menos, presenten un 40% de candidatas. Es una medida que, con porcentajes menores, ya se ocupa en otros países del continente.
Según explicó hoy el vocero Alvaro Elizalde, el fin del proyecto es «generar una democracia de calidad, y obviamente, un Parlamento donde hay más mujeres tiene más calidad». Sin duda, el abrir el Parlamento a mayores formas de pensamiento y representación es positivo. Pero la pregunta de fondo es si con esto se ayuda a un cambio que tiene más de fondo, más cultural que meramente legislativo. Y si hay una ley de cuotas para las mujeres, ¿por qué no hacerlas para los jóvenes o los pueblos originarios, como lo propone el movimiento Amplitud?.
¿Son necesarios estos pie forzados en el sistema democrático? ¿O, puntualmente, en un país que ya tiene sus dos primeras autoridades republicanas en manos de mujeres? Chile necesita avances en materia de igualdad de género, es cierto. Y, sobre todo, en el ámbito laboral, donde hay una CUT también liderada por una mujer. Pero llama la atención que la propia Presidenta Bachelet haya bajado su cuota de mujeres en su gabinete respecto de su primer periodo. La primera vez que asumió designó 11 mujeres entre los 21 ministros. Hoy, son nueve las ministras en 23 carteras.
Tal vez, más que una ley con alto porcentaje de cuotas, habría que comenzar imponiendo un ejemplo desde el Poder Ejecutivo…