Por Carlos Costas (Zé Carlos)
22/06/2014
Domingo al mediodía. Centro de prensa del estadio Arena do Corinthians. Llegamos temprano a Sao Paulo y a esta hora ya vemos por las pantallas de este enorme galpón el partido entre Bélgica y Rusia, en Río de Janeiro.
Mañana, al mediodía de Chile, en este mismo estadio ubicado en la periferia paulista, la Roja saldrá a pelear el primer lugar del grupo frente a Holanda. Es un coloso con olor a pintura fresca que llama la atención por sus cuatro tribunas aisladas con una marcada pendiente y porque está instalado al lado de un mall, con acceso directo al metro de la ciudad.
Su reluciente imagen de estadio recién inaugurado contrasta con las favelas de Itaquera que están apenas cruzando la avenida.
Este estadio se construyó especialmente para la Copa del Mundo y fue el escenario del partido inaugural entre Brasil y Croacia. Aquí pifiaron a Dilma Rousseff, quien ayer oficializó su candidatura a la reelección de las presidenciales de octubre, y también al mandamás de la FIFA, Joseph Blatter.
En la cancha de este estadio, Luis Suárez vacunó en dos ocasiones a los ingleses y con sus golazos dejó con vida a Uruguay que ahora mantiene la ilusión de avanzar frente a Italia, en lo que será un partidazo.
En el principal periódico de la ciudad, Folha de Sao Paulo, leo una nota sobre el explosivo aumento de niños bautizados con el nombre Neymar.
Es que la figura del ídolo brasilero es omnipresente. Sólo para este Mundial firmó más de 20 contratos publicitarios y es cosa de prender el televisor u observar los avisos en vía pública para encontrarse al futbolista promocionando toda clase de productos y campañas.
La nota cita datos oficiales de Arpen-SP que es la institución que lleva el registro de los nacidos en esta ciudad, la séptima más poblada del planeta con 11.8 millones de habitantes en su área metropolitana.
Entre 1992 y 2008 en todo el estado de Sao Paulo se había registrado a dos niños con ese nombre y uno de ellos fue la estrella del Barcelona.
Desde su espectacular aparición en Santos, en 2009, los padres empezaron a considerar el nombre al momento de bautizar a sus hijos.
El primer año fueron 24; el 2010 otros 67; y el 2011, cuando Santos ganó la Copa Libertadores, otros 133 bebés recibieron el nombre de Neymar.
A la fecha, sólo en el estado de Sao Paulo, ya han sido inscritos 373 niños con el nombre del ídolo de la selección local y se estima que de conseguir el Hexa esa cifra debiera crecer de manera importante.
Así pasó en 1994, con otro nombre poco común en Brasil. Ese año el Scratch consiguió el título en Estados Unidos y la cantidad de niños con el nombre Romario aumentó en forma explosiva.
Ya sabremos cuántos Alexis, Charles, Garys, Eduardos y Arturos dejará esta campaña de Chile en Brasil. Por ahora esperemos a ver qué pasa mañana con la Holanda de Louis van Gaal, el entrenador que marcó las carreras de Bielsa y Sampaoli y que terminado el Mundial se sentará en el banco del Manchester United.
¿Tendrá en la mira a alguno de los nuestros en el partido de mañana? Dicen que le interesan Vidal y un par más.