Partió la carrera presidencial…
Todavía no se cumplen los cinco meses del gobierno de la Nueva Mayoría y la pugna por ser el relevo de la Presidenta Bachelet parece estar desatada. La pelea mayor es de dos candidatos que están fuera del conglomerado oficialista pero que se han acercado a sus alas. Por el ala derecha, Andrés Velasco ha estrechado vínculos con sectores de la DC que ven con reticencia y preocupación las reformas tributarias y educacionales. Y por el ala izquierda del pacto de Gobierno ha ido reconstruyendo lazos cortados el líder del PRO, Marco Enríquez Ominami. Ambos, lo saben, son las cartas más atractivas de las encuestas para darle supuesta continuidad al programa de Bachelet pese a tener miradas completamente distintas en sus dos reformas madre.
Por eso, los enfrentamientos entre Velasco y Enríquez-Ominami están siendo muy duros. Hablando de la reforma tributaria, Marco Enríquez-Ominami señaló que Velasco estaba “más a la derecha” que Evópoli y Amplitud y Andrés Velasco le respondió señalando que el líder del PRO anda “mendigando” apoyos y que tiene una ansiedad presidencial patolólogica.
En la Nueva Mayoría se ponen nerviosos estando sólo en el palco. En la Junta de la DC del fin de semana dijeron que el partido debía tener un candidato propio en la elección presidencial y quien llevó la batuta de la idea fue nada menos que la ministra Secretaria General de la Presidencia, Ximena Rincón, quien también quiere pista para participar en la carrera.
La Moneda tuvo que poner orden y paños fríos. Claro, hay mucha reforma pendiente y este Gobierno recién empieza para que ya se esté cocinando un pato cojo…