LITTLE STEVEN'S UNDERGROUND GARAGE

Capítulo 39 – Film Noir

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Escucha el programa a continuación…

BLOQUE 1

Lies (The Knickerbockers)

“Mi nombre es Spade. Sam Spade. Un fisgón privado que sigue su pista: celebración del Film Noir en el Underground Garage y estoy empeñado en llegar al fondo del asunto. No sé mucho qué es eso de noir, pero estoy seguro que tiene algo que ver con mujeres, pistolas, alcohol y pesadas persianas. Y esas son cosas que si conozco bien. Es acerca de engaños, traiciones y mentiras. Y de mentiras conocemos suficiente, no? . Tratas de comprar mi lealtad con mentiras, pero no va a funcionar. No me queda otra que entregarte, ángel. Y cuando te atrapen; bueno, hay dos caminos: condena perpetua y te sueltan a los 20 años. La otra es que te cuelguen por tu dulce cuellito y bueno, si es así, espero que me dejes tu chaqueta. Siempre me gustó. Mi nombre es Spade, cobro 20 dólares diarios más gastos. Soy un detective privado en un caso…”

Run Run Run (The Who)
Fool’s Gold (Graham Parker & the Rumour)
St. Valentine (John & Brittany)
Chico’s Girl (Girls)
Hungry (Paul Revere & the Raiders)

BLOQUE 2

Bienvenidos a una edición especial del underground Garage, dedicada al Film noir, el cine negro, en honor del primer filme de John Huston, El halcón Maltés. Oyeron bien? Su primera película. Tremendo. Ahora bien, definer el cine negro es como definir el garage rock. Casi imposible. Jeje. Pero uno lo reconoce de inmediato cuando lo ve (o cuando lo escucha). La mayoría centra la era del Film Noir entre el estreno de El halcón maltés (1941) y el de Sed de mal (1958), pero las fechas las pone cada cual. En general, el look de estos filmes deriva de los clásicos del expresionismo alemán (de las películas de Fritz Lang y su pandilla), que solía usar una luz contrastada y algo gótica. El tipo de cosas que sueñas cuando lo haces en blanco y negro. Esa cualidad se combina con su perfecto contrario: el estilo documental y directo del neorrealismo italiano. El último elemento son todas esas películas de gángsters, detectives y policías de los años treinta producidas, con muy poco dinero. Juntando todo eso emerge un cierto estilo inconfundible, el noir. Ahora, el contenido de esas historias ya estaba presente en narraciones como Los crímenes de la Calle Morgue, publicada por Edgar Allan Poe exactamente cien años antes del estreno de El halcón maltés, (en 1841). Éste creó a Auguste Dupin, el estereotipo del detective recluido en su mansión (y acompañado por un modesto reportero judicial que estaba ahí para, convenientemente, narrar la historia). El detective era famoso por sus poderes de deducción y razonamiento y si les suena familiar, Arthur Conan Doyle se lo robaría por completo en sus retratos de Sherlock Holmes y el Doctor Watson. Los escritores que definirían las posibilidades del noir serían autores como James M. Cain, Dashiell Hammett, Raymond Chandler y el joven Ernst Hemingway, en sus relatos de los 20 y los 30. De inmediato llamó la atención la forma en que ellos manejaban el lenguaje –usaban palabras cotidianas, de una forma muy conversacional, en la misma forma en que Mark Twain lo había hecho con Huckleberry Finn, en 1884, pero para ese entonces el recurso había ganado en madurez. Tipos como Hammett poblaron este mundo de personajes rudos, sacados de la calle misma, pero a partir de cierto punto todo eso comenzó a ser predecible, de modo que el cine asumió la tarea de reemplazar lo esquemático de las historias con énfasis en el tono y la modulación de los personajes: por primera vez, la línea entre los buenos y los malos de estos relatos comenzó a borrarse y el término “historia de misterio” dejó de ser usado incluso por los mismos escritores que la habían patentado. Cuando a James M. Cain le preguntaban por ello, decía: “algunos de mis personajes matan gente. Lo hace por sexo o por dinero. No hay misterio en eso”. Jeje. De pronto, las expresiones faciales, gestos, el diálogo, la luz sobre los rostros: todo colaboraba en pos de revelar la verdad de los personajes. La gran diferencia entre el Noir y el resto del cine descansaba en que en el resto de las películas, sus personajes –incluyendo a los malos- siempre estaban determinados hasta cierto punto por motivos morales y altruistas. El cine negro lo reemplazó con un mundo de injusticia, traición, decepción, violencia, mentiras y frustración. Por lo mismo, nunca fue demasiado exitoso. Incluso sus protagonistas eran antihéroes, gente solitaria y al margen, viviendo de acuerdo a su propio código. Existencias increíblemente pesimistas, que experimentaba un durísimo despertar a su realidad, de cara a una tragedia inescapable. Y eso que ellos “ganaban”. Imagínense los que perdían. Una clave para poder distinguir a un film noir: si el protagonista es capaz de aprender algo de su historia y reconciliarse consigo mismo…. NO es Noir. Si el héroe sufre continuamente y no saca nada en limpio, ahí tienen el artículo genuino; el que en las palabras de James Agee se traducía como “la radiancia de lo que es”.

Restless Nights (Bruce Springsteen).
Baby It’s You (The Stupidity)
The Night Before (The Beatles)
90 Miles An Hour Down A Dead End Street (The Empty Hearts)

BLOQUE 3

De regreso en el Underground Garage, y siempre estamos celebrando algo, aquí. En esta ocasión es un género cinematográfico llamado Film Noir. Y si no ubicas el término, se trata de un retrato de la cara oscura de la vida, expresado con elementos reales, pero de una forma surreal, jeje. No siempre tienen finales felices, tipos malos y tipos buenos, melodrama y siempre una o dos revelaciones sorpresa. En general, cada film noir nos enseña algo sobre nosotros mismos, nos guste o no. Por ejemplo, en este garage hemos aprendido que somos los locos y marginales que todavía creen en la revelación, la redención y la salvación que el rock puede traer el rock and roll y uno, y una vez a la semana honramos a un sujeto que con su talento y experticia nos inspiran a ir más allá. Se trata de nuestro freak de la semana y esta semana es un tipo que trajo una cualidad increíblemente cinemática a sus grabaciones: algo de Film Noir, algo de filme juvenil clase B y terror. Hablo de Joe “Shadow” Morton. Shadow nació en Richmond, Virginia, pero creció en Long Island. Fue a la escuela con la legendaria compositora Ellie Greenwich y como todo escolar de esos días, formó su grupo de doo wop, The Marquees, pero no se lo tomó muy en serio. Corte a unos años más adelante y un día, conversando con un amigo, este le dice que su compañera de colegio, Ellie, está grabando y componiendo canciones para The Ronettes y Darlene Love. Así que va y la llama porque sí, y ella lo invita al Brill Building 1619 Broadway, y según cuenta la historia, Jeff Barry, marido y co compositor de Ellie en esos días, se quedó sentado de espaldas a su piano cuando George llegó. Este sintió cierta tensión –real o imaginada- y su ánimo competitivo se activó: de la nada le dice a Barry que él también compone canciones igual que ellos, y éste le contesta que por qué no trae una la próxima semana. Lo que sigue es material de leyenda en el mundo del rock: a punta de puro ego y voluntad, George “Shadow” Morton, un tipo con cero experiencia musical, reúne a un grupo de músicos, busca cantantes, escribe, graba y produce (Remember) Walking in the Sand por The Shangri-La’s, va y se lo entrega a Jeff Barry la semana siguiente, jeje. Les juro por Dios que la historia es cierta. Ellos solo tuvieron que agregar unas gaviotas y un poco de eco, y lo sacaron por el sello de Lieber & Stoller, Redbeird, y consiguió llegar hasta el número 5, increíble: George sacaría otros éxitos con The Shangri-La’s, luego produciría a Vanilla Fudge. Hizo con Janis Ian el disco Society’s Child, y Too much Too soon, el segundo álbum de los New York Dolls, entre muchos otros. Qué les puedo decir. Es un genio, es un freak. Te saludamos, George “Shadow” Morton.

Keep Me Hangin’ On (Vanilla Fudge)
Gotta Get Away (The Black Keys)
Who Are The Mystery Girls? (The New York Dolls)
Heaven Only Knows (The Shangri-Las)

BLOQUE 4

Nuestro tema cool de la semana llega desde Detroit, vía Nashville: recibimos en nuestro escenario a Jack White.

Would You Fight For My Love (Jack White)
See My Friends (The Kinks)
Outta Sight (The Cherry Drops)
I Know You Love Me Not (Julie Driscoll)
Have You Seen Your Mother? (The Rolling Stones)

BLOQUE 5

Estamos de vuelta en el Underground Garage… John Huston, uno de los grandes directores de todos los tiempos, nació un 5 de agosto de 1905, en Nevada, Missouri, un pueblo que su abuelo ganó en un juego de póker. Es cierto! Qué personaje era: el joven John se marchó a Los Angeles a la salida del colegio y comenzó a boxear. Ganó 23 de las 25 peleas que disputó, incluyendo el título de los welter livianos, en categoría amateur. Durante un tiempo, se unió a la caballería mexicana, algo que debería estar en el currículum de todo el mundo, jeje. Se convierte en reportero por un tiempo, hasta que su padre, el gran actor Walter Huston, le consigue trabajo escribiendo guiones en Hollywood. Y le va bien. Tiene el talento suficiente y también la ambición: su gran salto lo dió al dirigir la extraordinaria El halcón maltés, en 1941. Rodó el filme en ocho semanas, por sólo 300 mil dólares. Llegaría a dirigir 41 películas en 46 años, incluyendo La jungla de asfalto, El tesoro de Sierra Madre y El hombre que sería rey. Tres de mis filmes favorites. Lllegó a ser conocido como un gran narrador de historias, un tipo de gustos refinados, gran jinete, un salvaje en lo referido al alcohol y, eventualmente, el gran aventurero de la historia del cine. Es el único cineasta que ha dirigido a su padre, Walter (en el tesoro de Sierra Madre), y a su hija Angélica (en El honor de los Prizzi) en actuaciones que les valieron el Oscar.    Lo perdimos un 28 de junio de 1987. Gracias John, qué carácter el tuyo, América lo extraña desesperadamente.

Welcome To The Jungle (Guns ‘n Roses)
King Midas In Reverse (The Hollies)
Murder In My Heart For The Judge (Moby Grape)
Boom Boom (Little Walter & His Jukes)
Smile On Me (The Yardbirds)


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