«Duro de matar»…
Así se define el histórico del PS, Camilo Escalona, un «duro de matar». Fue el título escogido para un libro que recoge una larga entrevista suya donde profundiza en su rol en la llamada «democracia de los acuerdos» que instaló la Concertación. ¿Quién querrá asesinar a Camilo Escalona? Es la pregunta de fondo que recorrió el evento de lanzamiento del libro, una ceremonia política curiosa, ya que asistieron viejos amigos suyos de la Concertación pero no líderes relevantes de su propio partido.
Siguiendo su propia y macabra metáfora, ¿qué moriría con el fallecimiento de Escalona? Para el ex Presidente Eduardo Frei, uno de los presentadores de «Duro de matar», Escalona «es un político responsable», con «sentido de Estado». Y para el otro presentador, el Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza, Escalona refleja la necesidad de buscar acuerdos. Por eso, el ex Canciller del mismo Frei, hizo un llamado a derrocar la frase «avanzar sin transar» tan ligada a la Unidad Popular. Insulza -quien tuvo un rol clave en el regreso de Pinochet de Londres- cree que la transacción, el ceder posiciones, es «la esencia de la política».
Por lo visto, hay muchas cosas que son «duras de matar» más allá del ex senador Camilo Escalona. Talvez sea el trauma de una generación que sufrió el Golpe Militar y que legítimamente no quiere repetir errores y horrores de antaño. O, desde otra perspectiva, lo duro de matar es la nostalgia de una generación que aprendió a saborear el poder, a vivivr de sus prerrogativas, de directorios y autos a la puerta…