Un guardia que trabajó en un concierto de Kiss en Indiana el año 2012 demandó a la banda por sufrir heridas luego que la agrupación enmascarada lanzara, como es usual, papel picado y agua, al cierre de uno de sus espectáculos.
El tipo de nombre Timoteo Funk dice que por culpa del líquido y el papel, el suelo quedó resbaladizo, lo que provocó su caída y las heridas posteriores.
El demandante alega además, que el confeti se esparció de manera estúpida y negligente.